ESCRIBIR UN DIARIO NOS AYUDA A OLVIDAR LA ILUSIÓN DE TENER UNA VIDA PRIVADA
(ricardo piglia)

HAGO MI FICCIÓN PARA QUE SEA CIERTA
(pentti saarikoski)

sábado, 26 de junio de 2010

TRANSPARENTE

la soledad

tan transparente

que pasa sin ser vista

sábado, 19 de junio de 2010

TRES INSTANTES ANTES DE LAS 5:00 a.m. y UN MAL DESPERTAR

4:00 a.m.
a esta hora
todo intento de poética es un juego de sombras,
pura vanidad que me mantiene
perdido en un tira y afloja
por saber dónde vives,
por querer acabar la noche
acurrucado entre tus piernas.

4:37 a.m.
guardar el recuerdo de lo que no fue:
mis manos sobre tus caderas,
el sabor de tu piel,
el hedor de tu sexo,
recorrer con mi lengua tu cuerpo,
mi polla dentro de ti,
para, sin querer,
derramarme sobre tu vientre.


4:47 a.m.
no hubiese estado mal
que tú y yo, sin conocernos,
nos hubiésemos usado,
el uno al otro,
como bastón de ciego,
para guiar nuestros cuerpos
en la oscuridad de la noche,
sabiendo que nada de esto
pudiese durar poco más
que el mismo desencuentro.


13:23 p.m
una mañana
que bien podría haber empezado
desabrazándonos
la soledad
sin saber,
siquiera al despedirnos,
el nombre del otro.

jueves, 17 de junio de 2010

PRESA del INSOMNIO

así, algunas noches

me gustaría salir de este cuerpo,

convertirme en niebla

y perderme en la mañana.

domingo, 13 de junio de 2010

NOCHE

noche oscura. noche lluviosa.

noche que vuelve sola

a una mañana

que se volverá el ayer

donde remontar el vuelo,

a pesar del vértigo

que me produce tu distancia,

y olvidar que te tuve cerca,

olvidar que te tuve dentro de mí.

sábado, 5 de junio de 2010

GOLPE de CALOR

Encerrado en la oscuridad de mi apartamento, a cientos de kilómetros del mar, huyo de este calor con sabor a asfalto navegando por la red de redes pescando las noticias de los que están lejos.

Un amigo me dice que está en el mar, en esa mierda azul con arena y sombrillas, descansando de las fiestas y de las drogas; se siente bien: la piel salada húmeda y la brisa marina acariciándole susurros en la nuca.

También me dice que en mis poemas se escriben con palabras que sólo reflejan desesperanza y el encadenamiento a una rutina que palidece la piel y ensordece las caricias que la más oscura de las vidas siempre regala.

Sigo las pistas que las palabras, vía mail-conexión wifi, dejan ante mí mirada y recaigo en Cala-Blava, donde un transparente azul mar mediterráneo disuelve la rutinaria desesperanza como si fuese más sal sacandola de mi cuerpo y perdiéndola en la alta mar.

Mientras un sol quema mi piel y me recuerda que estoy vivo, me recuerda que siempre hay un más allá del fluorescente, del ordenador, de los viajes en metro y de, en definitiva, todo lo que conlleva vivir en esta cárcel de asfalto.