ESCRIBIR UN DIARIO NOS AYUDA A OLVIDAR LA ILUSIÓN DE TENER UNA VIDA PRIVADA
(ricardo piglia)

HAGO MI FICCIÓN PARA QUE SEA CIERTA
(pentti saarikoski)

domingo, 28 de noviembre de 2010

VIAJAR EN TREN #2: 32 Horas en un tren.

... mientras nuestros cuerpos permanecían estáticos,
alanzábamos sin descanso por un paisaje cambiante
envueltos en la bruma de la mañana.


En Puskar decidí coger un tren con parte de la gente con la que conocí para ir directamente al sur y no pasar por grandes ciudades con paradas caras. El viaje en si es una locura, 32 horas en el mismo tren para recorrer no se cuantos kilo metros. Una barbaridad. El viaje empezó a las siete de la mañana del viernes y no llegamos hasta nuestro destino hasta pasadas las dos de la tarde del día siguiente.

¿Qué se hace en un viaje así? Pues poca cosa, leer, escribir, pasear entre los vagones, ir a comprar te y comida cada vez que el tren para en una estación y, como es lógico, dormir. Lo bueno de estos viajes es que en el tren se duerme bastante bien. Cada uno con su litera y, además yo que tengo mis tapones, tan a gusto. Otra cosa buena de estos viajes es que quieras o no se interactúa con los indios de un modo u otro. Siempre hay alguien que quiere hablar con uno. En la primera noche estuvimos con una familia que nos invito a cenar y cada vez que se bajaban a por comida nos traían algo. Penarían que éramos los típicos mochileros sin un pavo que vamos a gastar lo menos posible. La verdad no se equivocaron. Dios los cría y ellos se juntan.

El viaje no se me hizo muy largo en contra de lo que pueda parecer. Entre la compañía, las cosas que enumerado antes y las vistas del cambiante paisaje se pasa mas rápido de lo que uno puede pensar. Se puede fumar entre vagón y vagón y, en general, como ya he dicho, es un viaje bastante cómodo. Lo único que para gentes sensibles, el toilete esta asqueroso y la basura se va acumulando por los vagones a media que el viaje avanza.

Pero ya estamos en nuestro destino, Gorkana un lugar idílico en el casi sur del país. Playa, sol, chicas guapas y mucho calor. He cogido unas hierbas espesas como las entradas de este blog en el mes de noviembre que si me dejo llevar por sus senderos no hago nada el resto del día. Y paso... pero de Gorkana ya hablaremos. Esta entrada es solo del viaje del tren Lo único que no tengo fotos. Desde el día de la lluvia en Puskar no he podido encontrar pilas a buen precio hasta esta mañana. Una pena porque la cámara es algo que hay que tener siempre encima porque nunca se sabe cuando uno se va ha encontrar con algo digno de ser fotografiado...

jueves, 25 de noviembre de 2010

PUSKAR: El lago sagrado en el arido Rajastan.

Formaban un tumulto, el cual gira,
siempre en aquel aire sin tiempo, oscuro,
como la arena cuando se arremolina

(Dante)


OTRO HERMOSO ATARDECER, ESTA VEZ SOBRE PUSKAR.


LA LUNA LLENA SOBRE PUSKAR.


UNO DE LOS POCOS AUTENTICOS SADHUS QUE HE ENCONTRADO HASTA EL MOMENTO.

Puskar, pequeña aldea a cinco horas en autobús desde Jaipur, tiene un lago sagrado que recibe el mismo nombre. Al ser otra ciudad sagrada, también están prohibidos el alcohol y la carne. En esta ciudad no hay claras divisiones. Ciudadanos, turistas, viajeros y peregrinos se mezclan alrededor de sus calles. La pobreza en esta ciudad es mas visible, además es una pobreza "inteligente", ya que sabe idiomas y como relacionarse con los extranjeros. Tanto ellos como los comerciantes, reconocen en seguida de que país somos y nos hablan unas pocas palabras en nuestro idioma. Algunas personas con las que estoy compartiendo esta parte del viaje comentan la perdida de la autenticidad de la India. Algo que no comparto. Quizás sea cierto que la cultura tradicional se este perdiendo, pero eso no tiene que significar que lo que hay ahora sea menos autentico. En mi opinión, esto quizás sea mas autentico. Esta gente, miserable y pobre como las ratas, merece una oportunidad para prosperar y quizás sea esta la manera que han encontrado.

A Puskar llegue con una pareja que conocí en Jaipur formada por un holandés y una cubana que viven en Mallorca. Los dos primeros días los pasamos en el primer hostal que encontramos. Un lugar cutre y ruidoso que apenas nos costo poco mas de dos euros la noche. Al tercer día, nos cambiamos de hostal, otro un poco mas caro pero mucho mas agradable. Fuimos a otro que nos recomendó un tipo que conocí en el avión. El y su novia, ambos de Logroño, están ahora con nosotros y prácticamente hemos estado compartiendo estos días de Puskar todos juntos con otro chico de Barcelona y un rastafari de Mumbay.

El hostal este donde estamos hospedados es una pequeña casa familiar bastante cojonuda. Hasta ahora es el mejor hostal en el que sin duda hemos estado. En el hay un pequeño nene de cuatro primaveras que se pasa todo el tiempo que estamos en el patio con nosotros, al final he acabado cociéndole cariño.

Sobre Puskar poco que contar. Estos días no ha parado de llover en todo el tiempo que hemos estado y poco se ha podido hacer. Tomar chais, comer y pasear. El tipo de Mumbay trajo unos porros y hemos estado fumando por la noche una mierda de la mejor.

Sobre la lluvia si que hay una anécdota que merece ser contada. Ayer, creo que fue ayer, fui a comprar los billetes del tren con el tipo de Logroño para marcharnos juntos con su chica, como es lógico, y el tipo de Barcelona hacia el sur, a pueblo que se llama Gokarna. Pues se tiro lloviendo toda la noche sin parar. Nosotros salimos del hostal a las seis y media de la mañana para llegar a tiempo a la estación de Ajmer, una ciudad que esta a 15km, que es desde donde sale el tren. Como no había manera de conseguir un billete tuvimos que ir a un servicio especial que hay. Aquí suelen dejar billetes para las últimas 48 horas y queríamos estar antes de que abriesen para no perder los billetes, ya que si lo hubiésemos perdido, tendríamos que haber esperado una semana para ir al lugar que queríamos. Pues eso, de la adendota que quería contar, antes de irme por las ramas, fue que como no paro de llover en todo el día, al volver a Puskar las calles estaban inundadas y el agua nos llegaba en algunas partes por las rodillas. Tuvimos que ir descalzos y con los pantalones remangados, andando por el río que se había formando, pisando cosas que prefiero no pensar que eran. Lo malo que no pude hacer fotos. La cámara estaba en hostal y al conseguir llegar allí, entre la lluvia y el madrugón, solo pensaba en darme una ducha y comer algo.

Una cosa que no he comentado de los últimos lugares que he estado es como los animales callejeros, perros, vacas, monos, cerdos, algún caballo y algún gato, conviven con la gente como si nada. No lo he comentado porque uno se acostumbra en seguida a verlos en la calle porque son inofensivos.

Poco más que contar. Mañana marcho al sur, a Gokarna. Un viaje de 32 horas que será la siguiente entrada

sábado, 20 de noviembre de 2010

JAIPUR: Capital del Rajastan.

Dejar el tiempo irse. Observar la nada mientras las manecillas del reloj siguen su lento curso hacia ninguna parte. Desacostumbrarse al hacer, al estar ocupado intentando rellenar el tiempo cumpliendo con algun, ficticio o real, deber. Desacostmbrarse del ocio en el que actuamos sin ser.



La oportunidad que he pretendido darle a esta ciudad antes de ir al lugar que realmente pretendía ir, ya esta dada. He llegado a las ocho y pico de la mañana y ahora que son las cinco de la tarde no tengo otra cosa en mente que irme. Jaipur es una ciudad caótica y ruidosa, esta congestionada y hay poco que hacer. Como cualquier otra ciudad del mundo lo único que hay que hacer es visitar templos y hacer compras. Esto último en Jaipur es lo principal y, yo diría, que lo único que se puede hacer. Aparte de la ciudad moderna, por llamarla de algún modo, esta la ciudad vieja. Un recinto amurallado donde se encuentran los bazares con sus insistentes vendedores que pretenden colarte todo tipo de falsas piedras preciosas. No es que me cierre. Después de pillar la habitación del hotel, he estado toda el día dando vueltas por los bazares, tomándome algún chai y poco mas, hasta que me he cansado de los bazares, de su ruido y de los cansinos vendedores, que no se como pretendían venderme algo a mi, con las pintas que tengo: ropa sucia, barba y mi gorra. Quien me conoce, sabe la pinta que tengo. Un personaje pretendía que le hiciese de mula para importar joyas hasta Europa. Madre mía. Como es lógico le he dicho que no.

Lo que si fue interesante fue mi primer viaje en la sleeper class del tren para venir hasta aquí. Compartí el trayecto con una familia india al completo. La madre, el padre, y los hijos mayores con sus mujeres. Ni uno hablaba casi ingles, pero pretendían saberlo todo. Además, mientras hablaba con los europeos que también había en el tren, uno de los notas se sentaba tranquilamente delante nuestro y, fijando la mirada, observaba con atención lo que decíamos. Lo mejor, pasar, no hacer caso y reírte de él.

En el tren, gracias a los tapones que me compre he dormido de puta madre. Hacia algo de frío, pero gracias al saco no habido problema. Eso si vestido dentro del saco con el chaleco de lana puesto. Y digo dormido bien, porque por cada compartimiento había ocho camas. Duras como si se durmiese en el mismo suelo, pero al menos con el espacio propio para cada uno.

Lo malo del tren son dos cosas. Por un lado la pobreza y miseria que se acumula en las estaciones por la noche. Montones de vagabundos, niños incluidos, durmiendo por las esquinas. Por otro lado, en la estación hay un increíble olor a meado y a mierda. Uno puede pesar que viene de los pobres, pero al ir al servicio por la mañana me he dado cuenta que lo que echas lo echas al suelo directamente y no va a parar a ningún otro sitio que la vía del tren. Lo que quiere decir que a la mierda de los pobres hay que sumarle la mierda de los viajeros. Y siendo India, pues montones. Tela.

Mañana sin pensármelo voy a Ajmer, para luego ir a Puskar Otro de los centros colonizados por los Hippies Israelitas. Para luego seguir rumbo al sur. Me da igual, el viaje a cambiado bastante de como inicialmente lo tenia pensado. Pero es que viajar solo por la India y en ciudades como esta me esta constando bastante. No por la soledad, estoy igual de solo en los sitios de Hippies como en las ciudades, pero en las ciudades entre la miseria y la pobreza me comen la moral y funden mi energía. Siento que no es justo. Siento que por mucho que se intente hacer, este país todavía tiene mucho por cambiar. Y eso que es uno de esos países que al mismo tiempo es miserable como inmensamente rico. Algo incomprensible.

Me han contado que el sur es distinto. Espero que sea verdad. Aun así, pase lo que pase, mis tres meses de viaje pienso hacerlos.

jueves, 18 de noviembre de 2010

RISIKESH #2: Ganga, espirutualid y mochileo.

TODOS ELLOS ESTABAN POSEÍDOS POR EL TERROR QUE INSPIRA EL ETERNO MISTERIO (S. Maugham)


OTRO HERMOSO ATARDECER EN RISIKESH.


EL GANGA AARTI DE RISIKESH. MUCHO MáS TRTANQUILO E INTIMISTA QUE EL DE HARDIWAR. ESTá LLEVADO POR LOS KRISHNA EN EL TEMPLO DE SHIVA.


LIMPIA OREJAS CALLEJERO DEL QUE FUí VÍCTIMA-CLIENTE. DE MIS OREJAS SALIO TAL CUANTIAD DE MIERDA QUE EL TIPO AL VER QUE NO IBA COMPRARLE EL ACEITE QUE ME QUERÍA VENDER ACABO REGALÁNDOME UN POCO.

Risikesh, el verdadero pueblo, se encuentra cercano al ganga. Los centros de turismo o viaje son los que están a orillas del río sagrado. En concreto hay dos zonas, la de los mochileros y la de los ashrams o monasterios hinduistas. Cada una de estas dos zonas tiene su puente para que pueda comunicarse por el pueblo. Y en las dos zonas se dan miles de cursos de todo tipo del rollo yoga, ayurvedico y demás. Algunos son fiables y los otros no tanto, simplemente son estafas para los que pretenden encontrarse en un par de días haciendo alguno de estos rollos. Del verdadero Risikesh no se nada porque ni me he asomado. Se esta tan bien en esta zona que para que subir, ya tendré India suficiente en lo que me queda del viaje.

Si decía de Shimla que era un oasis para los indios, Risikesh lo es para los occidentales. Por establecer una odiosa comparación que tanto detesto y no se por que sigo haciéndolas, se puede decir que estas dos zonas y, sobre todo, la del Lasman jula bridge o zona de mochileo, es muy parecida a Chaguen en Marruecos. Montones de hippies que vienen en busca de paz y espiritualidad. En la zona de los ashrams se concentra una espiritualidad mas real y menos de pose hippie.

Tanto en Hardiwar como en Risikesh, al ser dos ciudades sagradas están prohibidos tanto el alcohol como la carne. Aunque gracias a Mr. Fantastic, tendero de la zona fue posible beberme una cervecita fresquita. El proceso para que me la diese fue como pillar heroína en la plaza mayor. El tipo esta muy pendiente de que nadie le viese, porque se podía meter en un lió muy gordo y el precio por una yonki-lata fue precio europeo: casi tres pavos. Pero bien lo mereció.

Aquí me he tirado una semana. Más tiempo del que me hubiese gustado, aunque no me arrepiento. El problema ha sido que no se puede llegar y pillar un billete de tren para el día siguiente ni mucho menos para el momento. Y siendo como soy, quien me conoce bien lo sabe, he estado dejando las cosas pasar hasta el último momento. Pero de todo se aprende. Mañana, por fin, marcho hacia el Rajastan con la intención de ir camino de Mumbay para enlazar con Goa. Me han dicho que hay unas playas que no hay fiesta ni raveo y se esta de puta madre. Así que he decidido tirar en esa dirección. Aunque como me esta pasando todo el rato, es muy posible que cambie de idea en cualquier momento.

DOS POEMAS DESDE LA INDIA

I
sin saber quién
o puedes ser,
te busco.

inventándome las huellas
que tus pasos nunca llegaron
a dejar en el camino,
te busco.

entre todas las miradas
desatendidas de la multitud,
te busco.

si, no paro;
te busco
y no te encuentro...




II
camino a ninguna parte
avanza el tiempo sin ser.

sin huellas que seguir
avanza el camino a ninguna parte.

no hay huellas que seguir
ni tiempo que poder perder:

todo esta ganado
por el simple hecho de ser.

martes, 16 de noviembre de 2010

HARDIWAR #1: Ganga sagrado

Y TODOS PASEABAN EN SILENCIO, COMO OPRIMIDOS POR UNA FUERZA OCULTA: EL DESEO SIEMPRE ES TRISTE (S. Maugham)


VISTA PANORAMICA DE HARDIWAR DESDE EL TEMPLO DE MANSA DEVI


EL AARIATI, OFRENDA AL RÍO SAGRADO.


SIJS HACIENDO UNA DEMOSTRACIÓN DE FUERZA EN PLENA CALLE


ELEFANTE DE LOS SIJS.


VACAS SAGRADAS EN MEDIO DEL MERCADILLO EN EL GANGA


COMIDA CALLEJERA Y VEGETARIANA: EXCELENTES VERDURAS FRITAS AL INSTANTE.

Hardiwar, a 28km de Risikesh, es una ciudad mucho más importante para los hindúes. Algo que uno se da cuenta nada mas llegar. En la entrada a la ciudad hay una imponente estatua de Shiva de unos 20 metros de altura. Las calles son mas estrechas y no hay una clara división de la ciudad. En el centro de la misma, todo gira en torno al río. En el hay un pequeño islote que se supone que es la pisada de alguno de los dioses y en ese punto se reúnen centenares de indios que se acercan al río a ultima hora de la tarde para celebrar el aariati u ofrenda al río poniendo cestas de flores frescas y velas encendidas. Entre ellos unos pocos occidentales cautivados por la magia del lugar. No quiero ni pensar como tiene que ser en Varnasi, que es la ciudad más importante del Ganga.

Por otro lado fui testigo en dos ocasiones, una por la tarde y otra por la noche, de una demostración de fuerza de los Sijs. Al rededor de un círculo formado por las personas que les observábamos y siguiendo el ritmo de la música de tambores y trompetas los Sijs empezaron con la demostración: malabares con distintas armas y peleas a palos entre ellos. Un elefante, el de la foto, les seguía.

El hotel donde he dormido era una especie de antiguo lugar para encerrar a la gente o quizás una casa tradicional india. No lo se, es una suposición mía, ya que el encargado de la misma no hablaba muy bien ingles y me ha costado hacerme entender con el. Pero el sitio era excelente. La única pega era que tenía baños compartidos, pero no importaba porque estaban limpios y el precio de la habitación era muy barato, apenas tres euros.

Por la mañana, antes de volver a Risikesh a pasar otro par de días, he ido a dar una vuelta por la ciudad. He subido al templo de Mansa Devi y el fervor religioso era idéntico. A pesar de que he llegado a las ocho de la mañana -en india la puerta del hostal suele cerrar entre las diez y las once, por lo que he decidido cambiar mis horarios y me levanto todos los días entre las siete y las ocho- el templo ya estaba bastante lleno. Se supone que estas diosa te concede los deseos. Algo le he pedido, pero me lo guardo para mi. Luego me he ido a ver el río y observar un rato como la gente se daba sus baños matinales.

El fervor religioso de India tiene un punto que me resulta bastante contradictorio. Al mismo tiempo que niega lo material y cree en el karma y en la rueda de la reencarnación y esas cosas en todas los templos, celebraciones y demás se pasa el cepillo de manera insistente.

Ahora estoy de nuevo en Risikesh, más perdido que un tal en el día de tal. Pero a gusto. Intentando canalizar las energías y dejándome llevar un poco. La siguiente para no lo se... ya veremos a donde me llevan la fuerza del destino. Aunque moverse aquí no es tan fácil, hay que tener una idea de a donde se quiere ir por lo menos con un par de días de antelación para asegurase de que se va tener billete de tren. Algo que a un indeciso nato como yo le cuesta bastante.

domingo, 14 de noviembre de 2010

RISIKESH #1 EN FOTOS.


HERMOSO ATARDECER SOBRE EL GANGA


ALGUNOS DE LOS SADHUS EN UNA CALLE DE RISIKESH PIDIENDO LIMOSNA Y FUMANDO


LAS OFRENDAS AL RIÓ EN LAS PRIMERAS HORAS DEL DÍA


SHIVA, DIOS DE LA DESTRUCCION, SOBRE EL GANGA


TEMPLO, TARTA DE BODAS, SHRI TRAYANBAKSHWAR. EN EL SE ENCUENTRA LA DOBLE ESENCIA DE INDIA. LOS ALTARES A LOS DIOSES Y DEIDADES EPICAS SE ALTERNAN CON TIENDAS DE SOURVENIRES


MONJE DEL TEMPLO. SE ENCUENTRA EN EL ULTIMO PISO. TRAS LLEGAR A EL Y HACER LA OFRENDA AL TEMPLO, TE REGALA UNA FLOR Y UN COLLAR DE CUENTAS, TE BENDICE PONIENDOTE SOBRE LA FRENTE UN PUNTO AMARILLO Y TE ENTREGA EL AGUA BENDITA PARA QUE LA BEBAS Y TE LA ECHES SOBRE LA PARTE TRASERA DE LA CABEZA.

viernes, 12 de noviembre de 2010

HIMALAYA: Viajar en autobus









Ayer, para salir de Shimla, cogí un autobús a primera hora del día. La mejor manera de definir este viaje es como si fuese una montaña rusa de unas ocho horas de duración. Al parecer el monzón hace estragos con las carreteras y las destroza. Cogeros la carretera forestal más apartada y abandonada del pueblo mas apartado y abandonado que os podáis imaginar. Pues esa es la única que hay en los pueblos del Himalaya. El autobús serpentea por una destrozada carretera en continua reparación. Al mismo tiempo que tiene que tiene que sortear los múltiples baches, a los trabajadores y a los vehículos que vienen en dirección contraria, también tiene que esquivar a las vacas y cabras que campan a sus anchas por la carretera. Y nos os vayáis a creer que en el autobús, que más que ser un autobús parece un tanque, con un increíble conductor dado las dificultades del camino, va con la gente justa sentada en sus plazas. Que va, el tanque se llena hasta los topes, gente de pie y gente sentada en el suelo, hasta que es físicamente imposible que entre nadie más. A medida que avanza se va subiendo y bajando gente en mitad de la carretera y si quieres ir sentado desde el principio tienes que pagar un impuesto de lujo (nombre real del impuesto, no es broma). En total, hasta Dehradum, lugar al que en un principio me disponía a ir, fueron nueve horribles horas a las que hay que sumarle hora y media mas hasta Risikesh, lugar donde me encuentro ahora y al que decidí, después de haber visto la caótica ciudad en la que pretendía quedarme, venir con un par de chavales ingleses que conocí en el bus.

Ahora, ya en Risikesh, después de haber descansado, no quiero contar nada sobre este lugar hasta que no lo recorra y visite de la mejor manera posible, no vaya a pasarme lo mismo que me paso con Shimla, ya que cuando escribí el último post todavía no había visto bien el pueblo. Aparte de todas las cosas buenas de Shimla de las que he hablado, el lugar no deja de ser un escaparate para las clases medias de la India. Sin apenas turistas extranjeros, la parte alta del pueblo es un oasis para que los indios descansen de la miseria de sus ciudades. Cuando baje del templo de Jahku me puse a escribir en un Internet café sin haber visto bien el pueblo y sobretodo la parte baja del mismo. A medida que se baja se va volviendo a ver la basura, la suciedad y la miseria que hay en todos los lugares de este país. Aun así, merece la pena venir. Sobretodo si en vez de ir solo, se viene en un grupete con ganas de ir a la montaña con un coche alquilado con conductor.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

SHIMLA: Tierra de monos.




HE WHO GOES TO THE HILLS, GOES TO HIS MOTHER, THE LOVING, NOURISHING BOUNTEOUS MOTHER.
the Purana.

Ayer, después de un tedioso viaje de cuatro horas en un autobús chatarrero llegue a Shimla. Una localidad montuna cercana la valle de Kululu. Pensé que estaba en el Himalaya, pero no. Aunque desde aquí se ve la majestuosa cordillera. Es un lugar increíble que debe su nombre a Shaymla otro de los nombres con los que se conoce a la divinidad Kali. El Pueblo, a unos 2130 metros de altitud se divide en tres zonas. La mas baja, que es la zona de transito; la zona intermedia, que es donde se localiza el mercado y los bazares; y la zona de arriba, que es donde están los hoteles y las zonas de ocio. Debido al fuerte desnivel, por suerte hay un ascensor que conecta las zonas por apenas 7 rupias. Al revés que Chandigarh, este sitio, excepto la zona inferior, si que esta limpio. Tanto lo esta que en la zona de arriba esta prohibido fumar por la calle bajo multa de 500 rupias, las bolsas de plástico están prohibidas y no circulan coches.

El pueblo es una zona turística de locales, aunque, debido a su gran belleza, merece la pena venir y pasar un par de días. Es donde suelen venir las parejas de recién casados y, esta vez si, casi no se ven pobres (supongo que estos se concentraran en la zona de abajo). Todo el mundo tiene pinta de ser de clase media, media-alta. Se nota en el interés que muestra la gente por los extranjeros y su ingles más entendible. He mantenido bastantes conversaciones con chicos indios de distintas edades. Todos, en cuanto saben de donde vengo, lo primero que hacen es preguntar por el fútbol (mundo globalizado), y después por otras cosas de menor importancia. Entre todas las conversaciones la mejor fue con un chaval de unas veinticinco que después de mantener una charla de esas arreglamundos termino dando me su numero de teléfono para en el caso de tener un problema, podría llamarle y el intentaría solucionarlo ya que su padre es miembro del parlamento indio en Delhi. Lo más curioso de los indios al hablar es lo bajito que lo hacen. No como nosotros que somos unos boceras que hablamos a gritos.

Ayer no hice gran cosa, aun tenia molestias en el estomago y estuve dando vueltas por la zona y tomándome unos tes y procurando tener cuidado con la comida. Por suerte hoy ya me he recuperado y, posiblemente, gracias a la montaña he dormido como un bebe de teta. Aunque me he despertado ha eso de las nueve de la mañana por que el hotel donde me hospedo no tiene persianas y, aunque las vistas son insuperables, el sol me ha dado en toda la cara. He estado dormitando hasta las diez y me he ido a por un café y unas tostadas.

Lo que mas puede llegar a sorprender de Shimla es los monos. Aquí hay un templo dedicado a Hanuman, el dios mono y los simios andan a sus anchas por la calle y puteando a los perros callejeros. Por la noche se les escucha hacer de las suyas y pelearse por los pocos restos de comida que pueden encontrar. Pero lo chungo esta en el templo. Hoy he subido, se trata de una caminata de media hora de unos 300 metros de desnivel, y a medida que se va llegando hay que tener cuidado con no llevar comida visible por que se te echan encima. Cuando he pillado a una entrañable viejezuela, por 20 rupias, un poco de comida para hacer la ofenda en el templo, no me he dado cuenta en guardarla y un mono macho enorme casi se me echa encima para quitarme la. Para evitar estas situaciones se puede alquilar un palo, por diez rupias, para asustar a los cabrones. Lo de hacer la ofrenda ha sido una guirada. Pero bueno, han sido solo veinte rupias y ha sido gracioso. Me he arrodillado delante del monje, le he dado la comida, me ha bendecido pintándome un punto rojo en la frente (no es procuréis, hay foto) y dando me un poco de agua sagrada y he hecho sonar una campana. La gente que estaba sea quedado flipada. Habrán pensado que mierda esta haciendo el blanquito este aquí...

Y después, poco mas. No hay mucho que hacer sin gastarse una pasta. Se pueden visitar un montón de sitios, valles y demás. Pero estoy solo y todo los gastos serian para mi solo. Eso es lo malo de viajar solo. En verdad no es tan caro si se comparten los gastos, pero... es lo que hay. Apenas se ven occidentales y la mayoría de ellos, más bien ellas, son señoras inglesas, probablemente de la YWCA, ya que hay un centro cristianas cutres en el pueblo, además de un par de iglesias. Solamente en el templo he estado un rato con cuatro tipos de linchestein (a saber como se escribe) con los que he compartido un te, cigarros y algo de conversación.

Mañana me espera un largo viaje a Dehradun. Capital del estado que si que esta cercano al Himalaya y donde, por otro lado, nace el ganges y otro río sagrado que no recuerdo el nombre. Posiblemente la ciudad más famosa de este estado es Risikesh, que se hizo famosa por los Beatles. El viaje es de ocho horas en un bus tan cutre como el que cogí para venir aquí...

lunes, 8 de noviembre de 2010

CHANDIGART: Primer viaje en tren y Nek Chand Rock Garden



Ayer salí de Delhi y llegué a Chandigart. Un viaje en tren de cuatro horas en un tren de segunda sin aire acondicionado por unas 120 rupias (apenas dos euros). Al principio la cosa marchaba bien. Cada persona en su sitio. Pero a medida que íbamos parando en las estaciones del trayecto la cosa se complicó. Poco a poco el vagón del tren se fue llenando de gente de pie y sentada por el suelo, al mismo tiempo, pasaban los vendedores oficiales de te y snaks saltando entre la gente. Por suerte, aunque todavía sigo con diarrea, no tuve que ir en ningún momento al baño. Estuve hablando un rato con un notas que quería saber quien era, de donde venia, etc. y que se cogió la guía de mil doscientas paginas y fue pasando las hojas una a una deteniéndose en los mapas y las fotos porque era lo único que, lógicamente, podía entender. Lo que me hizo gracia es que el pollo se dio cuenta con sorpresa que el ingles y el castellano son muy parecidos. Aunque en el fondo, como todos sabemos, no es así.

Sigo con mi dieta de arroz blanco, más seco que la mojama e insípido como un trozo de cartón. Menos mal que a mi esto de la comida india no me va mucho. Pero ya estoy hasta la polla. A ver si me pongo bueno de una puta vez, aunque, si lo quiero hacer bien, todavía faltan dos o tres días. Porque hoy he empezado a medicar me. En la guía ponía que el fortasec es solo para casos extremos, así que me he ido a una farmacia de aquí. En vez de venderte el paquete entero del producto te venden nada más lo que el farmacéutico piensa que vas a necesitar. Cuatro pastillas y un reidratante por medio pavo. Por un lado pienso que es bueno para que en las casas no se acumulen medicamentos sin usar que luego nadie sabe que hay que hacer con ellos, pero por otro lado hay que confiar en el farmacéutico porque te da un par de pastillas sin prospecto ni nada y lo único que se puede hacer es confiar en el.

En este pueblo de casi un millón de habitantes no hay mucho que hacer. Una ciudad muy moderna en la constitución. Esta dividida en sectores. Unos cincuenta. Pero las calles tienen las misma basura que se acumula por todas partes al igual que en Delhi. Lo único realmente interesante que se puede hacer aquí es visitar el Nek Chand Rock garden. Si alguien lee esto que lo busque en la Web poniendo el mismo nombre. Al principio me ha parecido una chorrada. Pero al parecer es un notas que no termino el instituto que empezó a buscar en la basura y poco a poco fue construyendo este parque a partir de la nada y con materiales de desecho. Es más interesante de lo que puede llegar a parecer, y encima es que el notas sigue dale y dale. Al estar en los límites de la ciudad, el parque no tiene un fin predeterminado y todavía puede crecer y crecer.

Esto es lo único que he hecho en todo el día. Quiero curarme esta diarrea lo antes posible. No me encuentro mal. Ni débil ni fiebre ni dolor de ningún tipo, aunque estornudo bastante. Del Nek Chand habré salido a las doce del medio día y luego he ido a informarme sobre los buses a SHIMLA, la capital del estado del Himalaya, lugar al que me dirijo mañana. Aquí moverse es una locura. Hay que armarse de paciencia y llegar con tiempo a las estaciones para poder planificar un poco el viaje porque, entre mi ingles, el ingles de los indios y su puta madre no hay quien se entere de nada.

sábado, 6 de noviembre de 2010

DELHI #3: Primera diarrea, Gandhi y Central Market de Lajpat Nagar.


















Hoy sábado, al cuarto día: primera diarrea. Los motivos no los sé, aunque muy probablemente será la infusión relajante que me tome ayer antes de acostarme. Ya me ha pasado algo parecido en España y sabía de sobra lo que podía pasar. Aún así me la tome. Hay cosas que nuca se aprenden. No creo que me lo ocasionará nada de lo que he comido hasta ahora, porque he podido salir por hay a dar una vuelta larga a ver cosas. Aunque no he comido nada en todo el día hasta que se ha hecho de noche. Un arroz vegetariano, que de momento, mientras escribo esto, no me está dando muchos problemas. Más bien todo lo contrario. También el calor puede ser uno de los motivos, junto con esta condenada polución que desde la nariz y la boca penetra en todo el sistema interno. Sólo con salir a la calle se percibe un fuerte olor a diesel que gobierna, como la peste, todo el aire.

Lo primero que he hecho ha sido ir al Gandhi Smriti. La casa donde Gandhi pasó sus últimos días antes de ser asesinado en el mismo lugar convertido ahora en museo. En el fondo es una chorrada, un escaparate más para los turistas, nacionales y extranjeros, que vienen a Delhi. Está perfectamente diseñado, de manera muy cuidada. Pero en el fondo no he podido de dejar de tener la sensación de estar en un escaparate para turistas, no he recibido ninguna sensación especial. Excepto en los baños, que, por los motivos, arriba expuestos, he tenido que utilizar urgentemente.

Después he ido al barrio de los mochileros a cambiar la pasta que me quedaba en un lugar que ayer vi a buen cambio (62 rupias/ 1 euro). En este barrio antes y después de cambiar la pasta he sido acosado por todos los comerciantes de la zona que te quieren vender de todo. Desde llevarte a sus hoteles y restaurantes, artesanías, fumeteo, y yo que sé más. Esta gente está tan acostumbrada a los turistas mochileros que sólo con verte saben de que país eres, saben lo que quieres y lo pueden, si lo consiguen, venderte. Algo que me está haciendo pensarme lo de subir al Himalaya. Quiero ver las montañas y sus vistas, pero no quiero encontrarme con unas especie de Chagüen a la India. Además llevo desde hace casi una semana, desde el sábado de la fiesta sin fumarme un porro y, como ocurrió al volver de Menorca, no me apetece mucho. Ya veremos lo que pasa cuando llegue allí...

Por último, después de una siesta en casa de Jaime me he ido a comer un arroz vegetariano y dar una vuelta por el Central Market de la zona. Nada que ver con la zona de mochileros. Es un barrio de clase media, no orientado a los turistas y sin casi pobreza. Algún mendigo hay, pero nada que pueda impactar realmente a la vista en comparación con Old Delhi. La gente sale de compras en una especie de rastro nocturno (eran las 19h y es de noche desde hace más de una hora). Familias, parejas de novios, mujeres en grupo y prácticamente ningún turista occidental. Algo que en conjunto se agradece. El error ha sido no llevarme la cámara de fotos para hacer alguna foto. En especial, algo también ha sorprendido a los locales: una mona, con su monito, en el capo de un coche durmiendo. Todo el mundo hacia fotos y se reía. Lástima. Desde mañana no saldré sin la cámara a ningún lado. De todo se aprende.

Mañana marcho de Delhi. No sé si volveré. Voy hacia el norte. Empiezo en la que se supone que es la ciudad más limpia de la India. Se llama Chandigarth y fue diseñada, para quien le conozca, por el arquitecto Le Corbusier. Al parecer, es una excepción en toda la India. Un retiro de verano para las clases medias de la India, especialmente de Delhi. También es de las más caras, aunque nada que ver con los precios europeos. Espero pasar como mucho dos noches antes de seguir hacia el Himalaya. Llegaré sobre las 19h y no podré comprarme el billete del bus hasta el día siguiente.

viernes, 5 de noviembre de 2010

DELHI #2: Happy Diwali


Las cosas empiezan a ordenarse, empiezo a conocer gente. Occidentales claro. Aunque puedas hablar con ellos mientras tomas un café, conocer a los indios es difícil. No dejan de verte como a un extranjero, un visitante que por alguna extraña razón a venido a su país. Quieren saber de ti, de donde vienes. Algunos te ayudan en lo que pueden, pero la gran mayoría de ellos te ven del mismo modo que tú les ves a ellos: como un ser diferente. Basta con subirse al metro y ver como todo el vagón te mira (tengo esa sensación siendo un hombre, las mujeres flipan y, sí son rubias, no quiero ni pensarlo), basta con andar por las atestadas calles y ver como algunos de ellos se para saludarte o, los que pueden, porque tienen los medios, te hacen fotografías con el móvil. Los que no pueden, porque son más pobres que las ratas, te paran y te piden que les hagas una tú a ellos. Luego les ves marcharse con una sonrisa después de haberse visto en la pantalla de la cámara.

Delhi es desconcertante. Hay gente de todas las clases sociales del mismo modo que en Europa, pero también hay gente realmente pobre. Más pobre de lo que nadie se puede llegar a imaginar por mucho que le hayan contado. Duermen en la calle entre ratas al lado de perros callejeros en lugares mugrientos rodeados por sus propias mierdas y la de animales callejeros (perros, vacas, cabras y otros animales que en Europa sólo podemos ver en granjas), restos de comida y basura. Por cada mendigo que hay en nuestro primer mundo aquí hay cien. Aún a sí, India no deja de ser un lugar increíble. No hay que dejarse llevar por el impacto que ocasiona la pobreza, eso es algo que por mucho empeño que se ponga uno sólo no puede solucionar...

Sé que sigo si escribir como las entradas anteriores al inicio del viaje. Pero tengo ganas de contar algo. No sé el que. Poco a poco ira llegando la poesía. De momento todo es percepción de afuera para dentro... Escribo, confusa y desordenamente, porque no puedo dormir. En la calle se celebra el Diwali. Una especie de año nuevo Hindú. Son las doce de la noche y en la calle retumban los petardos, cohetes y fuegos artificiales. He salido un rato a integradme, pero estoy cansado. Además, es su fiesta. No me he sentido parte activa en la celebración. Tengo la suerte de estar en una casa occidental con ordenador, Internet y demás comodidades y querido contar algo...

jueves, 4 de noviembre de 2010

DELHI #1



Quien no crea que dentro de todo caos no existe un orden es que no ha estado en la India. Delhi es un caos perfectamente ordenado. En sus bulliciosas calles, coches, rickshaws, clicoshaws, perros callejeros y peatones conviven sin apenas rozarse. Dos días y parece una semana, o más. Intentar escribir un post decente para el blog de momento es imposible. Más que poética, apenas puedo ordenar la información de manera decente en la cabeza. En realidad ha pasado poco tiempo. Nada. Tan sólo dos días. Me anticipo y lo quiero abarcar todo. Todo ira llegando... De momento, aprender de quien vive aquí: donde fueras, hazlo lo que vieses, dice el refrán, porque como dice otro refrán: quien mucho abarca, poco aprieta.

lunes, 1 de noviembre de 2010

TODO EL TIEMPO DEL MUNDO

El tiempo que resta no es más que la simple suma de los segundos que nos quedan por delante. Lo demás, no importa. No son más que las simples anécdotas que darán sentido a eso tan extraño y complicado que llamamos vida. Mañana marcho, un viaje soñado que no ha sido posible hasta este ahora. Viajar, dice Celin, es útil porque hace trabajar la imaginación. Y la mía es una imaginación que necesita reparo, es una imaginación mermada por la televisión, el trabajo y la química clandestina. Marcho sabiendo que lo malo de los sueños es que cuando se hacen realidad después no queda más que el vacío, un nuevo comienzo. De hay se extrae su fuerza, la de los sueños. Mi viaje empieza con las palabras de Machado: caminante, no hay camino, sino estelas en el mar.