lunes, 1 de noviembre de 2010
TODO EL TIEMPO DEL MUNDO
El tiempo que resta no es más que la simple suma de los segundos que nos quedan por delante. Lo demás, no importa. No son más que las simples anécdotas que darán sentido a eso tan extraño y complicado que llamamos vida. Mañana marcho, un viaje soñado que no ha sido posible hasta este ahora. Viajar, dice Celin, es útil porque hace trabajar la imaginación. Y la mía es una imaginación que necesita reparo, es una imaginación mermada por la televisión, el trabajo y la química clandestina. Marcho sabiendo que lo malo de los sueños es que cuando se hacen realidad después no queda más que el vacío, un nuevo comienzo. De hay se extrae su fuerza, la de los sueños. Mi viaje empieza con las palabras de Machado: caminante, no hay camino, sino estelas en el mar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Espero que sea una marcha metafórica; o que al menos sigas conectado.
ResponderEliminarAquí seguimos cuando quieras...
Flopiiiii, da señales de vida!!! Has llegado? Qué tal los vuelos?
ResponderEliminarUn beso,
I