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domingo, 28 de noviembre de 2010

VIAJAR EN TREN #2: 32 Horas en un tren.

... mientras nuestros cuerpos permanecían estáticos,
alanzábamos sin descanso por un paisaje cambiante
envueltos en la bruma de la mañana.


En Puskar decidí coger un tren con parte de la gente con la que conocí para ir directamente al sur y no pasar por grandes ciudades con paradas caras. El viaje en si es una locura, 32 horas en el mismo tren para recorrer no se cuantos kilo metros. Una barbaridad. El viaje empezó a las siete de la mañana del viernes y no llegamos hasta nuestro destino hasta pasadas las dos de la tarde del día siguiente.

¿Qué se hace en un viaje así? Pues poca cosa, leer, escribir, pasear entre los vagones, ir a comprar te y comida cada vez que el tren para en una estación y, como es lógico, dormir. Lo bueno de estos viajes es que en el tren se duerme bastante bien. Cada uno con su litera y, además yo que tengo mis tapones, tan a gusto. Otra cosa buena de estos viajes es que quieras o no se interactúa con los indios de un modo u otro. Siempre hay alguien que quiere hablar con uno. En la primera noche estuvimos con una familia que nos invito a cenar y cada vez que se bajaban a por comida nos traían algo. Penarían que éramos los típicos mochileros sin un pavo que vamos a gastar lo menos posible. La verdad no se equivocaron. Dios los cría y ellos se juntan.

El viaje no se me hizo muy largo en contra de lo que pueda parecer. Entre la compañía, las cosas que enumerado antes y las vistas del cambiante paisaje se pasa mas rápido de lo que uno puede pensar. Se puede fumar entre vagón y vagón y, en general, como ya he dicho, es un viaje bastante cómodo. Lo único que para gentes sensibles, el toilete esta asqueroso y la basura se va acumulando por los vagones a media que el viaje avanza.

Pero ya estamos en nuestro destino, Gorkana un lugar idílico en el casi sur del país. Playa, sol, chicas guapas y mucho calor. He cogido unas hierbas espesas como las entradas de este blog en el mes de noviembre que si me dejo llevar por sus senderos no hago nada el resto del día. Y paso... pero de Gorkana ya hablaremos. Esta entrada es solo del viaje del tren Lo único que no tengo fotos. Desde el día de la lluvia en Puskar no he podido encontrar pilas a buen precio hasta esta mañana. Una pena porque la cámara es algo que hay que tener siempre encima porque nunca se sabe cuando uno se va ha encontrar con algo digno de ser fotografiado...