me camuflo entre la muchedumbre
para sentirme acompañado
dejo que pasen un par de paradas
para pasar más tiempo
rodeado por la gente
rodeado por la gente
al volver a casa siempre me doy
cuenta
de que mi perro se ha metamorfoseado
en un gato: viejo y gordo, apenas me
saluda
cuando llego a casa, permanece en su
espacio
moviendo ligeramente el rabo
luego la nada, el silencio, aguantar
la solitaria tarde en esta ciudad
dormida