pasan los días y sigue
sin suceder nada
tremenda rutina que se repite
día tras día
el único testigo del paso del tiempo
son estas alteraciones meteorológicas
que nos trajeron esta incesante lluvia
como principio inestable
de la primavera
un horizonte cubierto
por el que ahora soma tímidamente el sol
un horizonte gris y opaco
del cual, aparentemente
por el momento
es difícil hallar una salida real, objetiva
a este presente
que aún permanece anclado al horario del invierno
un muro hecho de silencios
y sin que nada suceda
me resigno
con la titubeante esperanza
de que algo suceda
y todo se rompa
y un nuevo principio
ponga el reloj a cero