ya no me pierdo en la intricadas calles
de tu barrio, sé cómo llegar hasta tu casa
en esta mañana lluviosa de sábado
esto es lo que nos espera, una estancia
ocultarnos de este tiempo ingrato
de nuestras carencias, imposibles de salvar
tendremos que esperar al día de cobro
una vez salvadas nuestras deudas
ver el resto que queda, el porvenir
entonces, sólo entonces, podremos escribir
otro capítulo más de nuestra historia
otro amanecer que tiña el cielo gris
otra vez los días eternamente azules
que no nos esperan, que nada necesitan
de nosotros, ellos solos se bastan
en su luminosidad y en su belleza