Escribo por una fijación flagelante, tortuosa, una fijación que busca lo contrario: encontrar el camino a un estado donde nada permanezca, donde nada siga siendo lo mismo. Pero sucede lo contrario, sucede que sigo siendo yo mismo: la misma máscara que se define con las mismas palabras con las que intento liberarme.
Escribo porque soy un cobarde, porque no soy capaz de decir lo que siento a quien quiero que sepa todo lo que siento, y sólo soy capaz de disfrazarme con palabras, las mismas palabras que definen, forman y conforman la máscara de la que intento librarme.
Escribo porque lo bueno pasa, pasa y rápidamente se olvida; porque lo malo permanece, duele, aprieta el cuello y, erróneamente, pienso que mediante palabras puedo salvarme.
Escribo porque me aburro, porque el tiempo pesa: toneladas de tiempo muerto, toneladas de horas muertas que no pasan, toneladas de horas que se cargan en la espalda y me depositan sobre mi mismo.
Cansado de ser yo, escribo para hartarme de mi mismo y, por hastío, intentar ser otro.
martes, 13 de julio de 2010
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muy bien, que tal, soy el zalo, te estaré leyendo. un saludo.
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ResponderEliminarke pasa punkito!!
ResponderEliminara ver si congelamos el puto tedio hasta hacer un heladete de él y q se lo coma alguien malvado y le dé indigestión, yeaah! jeje
te tenemos en la seccion "gente k nos gusta" ee?? jaja xa cuando un recital a pachas?
Mola mil lo k escribes, mu chungo a veces xo transmites mazo
Cuidate