hoy no será un día de escalada
hoy no habrá paredes de roca esperando por mí
la escusa, que no lo es, que es un placer
es I. mi gran amigo, casi mi hermano
ya que ahora vive en suecia y está de visita por madrid
no puedo decirle que no, al menos dos horas
en esta soleada mañana primaveral de domingo
le tengo que dedicar
ya en el centro todo es distinto de como viene siendo
abundancia de gentes, ausencia de todo lo demás
abundancia de humos, de prisas: estrés por todas partes
pero no importa, nos hemos, los amigos de siempre, vuelto a juntar
y todo, rápidamente, vuelve a ser como siempre
joder, la juventud, con qué gusto fue desperdiciada
entre cañas de cerveza todo recuerdos que vienen y van
y a nuestro al rededor, por todas partes, la primavera
montones de chicas, a cada cual más hermosa
pasan las horas y la noche se acerca
y yo, cuanto he cambiada, ya le veo las orejas al lobo
mañana, 6:30am, el despertador no va a perdonar
ay, el tiempo cómo se va
ay, aquellos tiempos donde todo, donde yo era
la más absoluta irresponsabilidad
y ahora ya de noche, volviendo en el metro
se queda tu recuerdo, vuelvo pensando en ti L.
la sorpresa del día, nunca pensé que volvería a verte
y qué bien te vi, contigo hubiese vuelto a las noches perdidas
pero no, sé que no, sé que todo eso ya pasó
en este domingo de rastro donde volví a sentir ese pasado que ya fue
los amigos de siempre, las tardes desperdiciadas
todo aquel tiempo, en que no puede ser más feliz
y ahora, siendo otro distinto y el mismo a la vez
tranquilo sin prisa me miro en el reflejo del vagón del metro
en el que me dejo transportar
sintiéndome profundamente bien
