miércoles, 20 de octubre de 2010
ENTROPíA
Esta noche no me apetece escribir y, sin embargo, por insomnio, escribo; escribo las mismas banalidades de siempre, las mismas banalidades en las que me doy importancia, las mismas banalidades con las que, sin quererlo, insisto en describir, dándoles una vida que no tienen, todas mis inseguridades: un ser asustado que se esconde en poses que no llegan a ser sinceras, poses que sólo, de pasada, se atreven a mostrar una verdad que no llega a ser cierta.
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la posición
ResponderEliminaren que nací
marcó
mi
mano,
dejé de
existir
cuando
leí
sin poder ver
la línea
que separaba
mi vida
de mi
yo
El Gordo sí que sabe. Pregúntale, y cuéntame lo que te responda, a ver si nos enteramos de una vez de qué coño va ésto.
Besos posados