martes, 20 de septiembre de 2011
PATIO INTERIOR
Mientras que en la calle luce el sol, la tarde permanece encerrada en la quietud sombría del pequeño apartamento, persianas bajadas, humo de cigarro, olor a café recalentado, luchando contra el silencio de la página en blanco. El tiempo se desvanece. Se filtra en las pequeñas rendijas de la persiana, por las que apenas entra una simulación de luz que nada tiene que hacer con el brillo eléctrico de la pantalla.
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