A mí alrededor, silencio.
Una soledad inabarcable,
sombra de viento
que recorre el mundo ausente,
dejado de compañías.
Y yo,
otro escritor sin libro,
otro buscador de falsas verdades,
otro esteta de las suciedades.
Un nadie, al fin y al cabo, al que
una mañana de lluvia
le mantiene, retenido, en
la construcción de otro ¿poema?