nada hace de
este día que ahora empieza
algo distinto
al día que ayer terminó
más de lo
mismo: soledad para un tipo solitario
el mismo
verso, alguna tenue diferencia
un día, como
el de ayer, nublado
un día que se
aventura hacia los mismos caminos
la sobriedad
de un horizonte plano
la sobriedad
de una mañana sin resacas
el silencio
de una mañana tras una noche cualquiera
deshechos
ciertos viejos hábitos
acumular, en
saco roto, los mismos deseos
mañana,
tercer grado en sentido inverso
pensar qué
decir, qué escribir, qué ¿poema?
cuando nada se
pretende, más que un silencio
cuando todo
es un manido tópico
cuando toda
aspiración es ser diamante
piedra
preciosa constituida por carbono cristalizado
en el
sistema cúbico de los días de invierno
en los que
nada pasa, sin nostalgias
más de lo
mismo: soledad para un tipo solitario
uno que
pretendió un placer obsceno
uno que
arrastro, que se la jugó en un órdago
mirada de perro,
sin ambición
ante el
silencio buscado en un solitario
ahora, todo
lo hecho es pasado, sustancia de la memoria
lo que queda
es un resto, residuo de la indiferencia
la remanencia
del eco de la fiesta
un ¿poema?
que pocos leerán
un ¿poema?
del que pocos darán fe
allí dónde nada
terminó, empezará el resto
sin dramas
ni poética, idéntica historia
el mismo
argumento, idéntico protagonista
uno que
aunque solo, se sabe acompañado
uno que
aunque sin amores, se sabe amado
el murmullo
del viento, única compañía en esta mañana
nada nuevo
trae, otro ¿poema?
más de lo
mismo: soledad para un tipo solitario