a los locos de los pelos raros
que una vez vivieron en granada
aunque el cuerpo lo crea, hoy no es viernes
es miércoles, miércoles de semana santa
cuatro días por delante sin trabajar
triste historia, karma acumulado
el trabajo, única cruz a la que somos clavados
por eso ahora, el silencio, no pensar, no actuar, ni siquiera ser
la máxima aspiración: simplemente estar
cuatro días por delante sin trabajar
planificaciones que quizás se las lleve la anunciada lluvia
nada importante que perder, dejarse en la lluvia, en el viento
y reír ante las lágrimas de la cateta tradición de este atrasado país
no trabajar, gritarlo fuerte, no hay nada mejor
para entrar en la primavera y en abril
con las fuerzas renovadas
y aguantar los días largos que pronto vendrán
soñando con antiguos veranos que nunca volverán
ayer, cuando los locos de los pelos raros
poetas artesanos
aquellos vividores que en furgonetas recorrían el mediterráneo
buscando la libertad, porque bien sabían
que la vida es una, y esta es nuestra única oportunidad
cuatro días sin trabajar
para recordar aquellos tiempos
para no olvidar el futuro, los sueños
para recordar lo que fue y lo que será
