tan hermoso
que si lo miras directamente y durante
un tiempo prolongado
en seguida quedas cegado
ni siquiera el cristal de la ventana
impide
que quedes deslumbrado
y aunque lo tengas a la espalda
el te llama
y te empuja a que observes su vacío
en pleno silencio
aún a riesgo de dañarte la visión
rápido en invierno como lento en verano
en la misma proporción
momento en que la ciudad muestra su verdad
cuando la capa de veneno que la cubre
que nos cubre
se muestra impasible
haciendo del atardecer un atardecer más bello
hecho colores imposibles
y destellos químicos
viernes, 29 de noviembre de 2013
martes, 26 de noviembre de 2013
AFTERWORK #39
termina el día, otro más
otro día más que podía ser cualquier otro
un silencio me recibe al llegar a casa
así es como me gusta
verme reflejado en ese silencio, dedicarle tiempo
contemplar el atardecer que ya está sucediendo
sucede mientras trato de no ser en su contemplación
sucede también mientras todo lo demás
lo que no es silencio
lo que se oculta allí donde es amanecer
justo al otro lado de la línea que dibuja el horizonte
allí donde es verano
donde los días son largos y la noche no es tan noche
termina el día, otro más
un mismo ¿poema? que se improvisa infinitamente
los días se suceden y la vida se va con ellos
la vida, eso que es lo que no está siendo ahora
lo que es, es una simulación de aquello
lo que ya casi no recuerdo como era
vivir libre sin miedo al hambre
mejor sucio que perfectamente uniformado
termina el día, y tras el atardecer
yo me haré noche en la noche
silencio
otro sueño que se olvida, que se va
en este ahora tan innecesario como laberíntico
incapaz de salir de él
me viendo siendo terminado, punto y aparte, en él
otro día más que podía ser cualquier otro
un silencio me recibe al llegar a casa
así es como me gusta
verme reflejado en ese silencio, dedicarle tiempo
contemplar el atardecer que ya está sucediendo
sucede mientras trato de no ser en su contemplación
sucede también mientras todo lo demás
lo que no es silencio
lo que se oculta allí donde es amanecer
justo al otro lado de la línea que dibuja el horizonte
allí donde es verano
donde los días son largos y la noche no es tan noche
termina el día, otro más
un mismo ¿poema? que se improvisa infinitamente
los días se suceden y la vida se va con ellos
la vida, eso que es lo que no está siendo ahora
lo que es, es una simulación de aquello
lo que ya casi no recuerdo como era
vivir libre sin miedo al hambre
mejor sucio que perfectamente uniformado
termina el día, y tras el atardecer
yo me haré noche en la noche
silencio
otro sueño que se olvida, que se va
en este ahora tan innecesario como laberíntico
incapaz de salir de él
me viendo siendo terminado, punto y aparte, en él
domingo, 24 de noviembre de 2013
DOS EN UN BAR
I
si no tengo que leer
el silencio, sólo eso
esperar una conversación
inventar una sobre la nada
que se ocupa de mí
inventar lo que sea
sólo eso, el silencio
la ausencia, la sombra que se abre
y me cubre
II
que no tengo nada
nada más que todos estos sueños imposibles
horizontes inalcanzables y metas imposibles
nada tengo
tus ojos y tu sonrisa
el calor de tus abrazos
la humedad de tus piernas
que no tengo nada
nada más que que todos esos amigo
gente que se aleja
para volver siempre al reencuentro
nada tengo
más que todo este silencio
si no tengo que leer
el silencio, sólo eso
esperar una conversación
inventar una sobre la nada
que se ocupa de mí
inventar lo que sea
sólo eso, el silencio
la ausencia, la sombra que se abre
y me cubre
II
que no tengo nada
nada más que todos estos sueños imposibles
horizontes inalcanzables y metas imposibles
nada tengo
tus ojos y tu sonrisa
el calor de tus abrazos
la humedad de tus piernas
que no tengo nada
nada más que que todos esos amigo
gente que se aleja
para volver siempre al reencuentro
nada tengo
más que todo este silencio
viernes, 22 de noviembre de 2013
AFTERWORK #38
a falta de sol, aprendo a madurar en el hielo
H. Michaux
el tedio muerto de frío esta vez
la dureza del invierno
para aquellos que trabajan en la calle
aguantando un viento frío
que endurece los rostros y congela las miradas
el peor frío de todos: el frío de los gestos
aquel que surge de los anónimos
de los que viven felizmente ausentes
en la seguridad de sus buenos actos
los buenos ciudadanos, trabajar y trabajar
esas miradas que miran llenas de miedo
a lo desconocido
termina otra semana, más de lo mismo
el tedio congelado soportando la rutina
en busca de un sol que no calienta
que sólo deslumbra
esperando que pasen las horas
y que todo esto termine
para que pueda empezar a vivir
martes, 19 de noviembre de 2013
DURANTE #7
termino pronto de trabajar
y como tengo tiempo
me voy al centro, decido
pasear por la gran vía
es hora de volver a la poesía, me digo
tengo un libro en mente
disidentes, una antología de poetas actuales
todo en clave crítica: poesía corrosiva
para amenizar esta tarde de martes
salgo del metro, y todo lo que veo
me provoca una gran desolación
y un profundo rechazo
todo lo que veo son las nuevas iglesias
los templos del consumo
allí donde la gente va
cuando tiene un desazón
porque, si es verdad que dios a muerto
ya sólo nos queda adorarnos a nosotros mismos
la gente va y viene
hombres anuncio se agrupan
buscando el calor
que los paseantes no les devuelven
una variedad imposible de disfraces
el hastío de quien trabaja por aquí
turistas desinformados
que buscan lo mismo que tienen en casa
la uniformidad del delirio
mendigos durmiendo en las puertas de un cine abandonado
ignorados por la velocidad de la vida
que tan sólo sabe mirar hacia arriba
y otros que pidiendo apenas nada reciben
mas que ese silencio que ellos
ya no son capaces de soportar
una mujer, aparentemente una gitana rumana
pide para comer, detrás de ella el ventanal de un restaurante
ofrece una vista inmejorable de sus carnes
acompañadas de sus abusivos precios
si bien es cierto que todo ya es artificial
no puedo soportar este ecosistema, demasiado para mí
me siento como un extraterrestre perdido sin saber donde ir
no encuentro mi libro
agotado, me dicen en tres grande superficies
el resto de librerías, las pequeñas
han cerrado para comer, y yo no voy a esperar
huyo del centro, vuelvo al extrarradio
esa simulación de aldea a la que pertenezco
igual de artificial
pero más silenciosa y sin tanto neón
y como tengo tiempo
me voy al centro, decido
pasear por la gran vía
es hora de volver a la poesía, me digo
tengo un libro en mente
disidentes, una antología de poetas actuales
todo en clave crítica: poesía corrosiva
para amenizar esta tarde de martes
salgo del metro, y todo lo que veo
me provoca una gran desolación
y un profundo rechazo
todo lo que veo son las nuevas iglesias
los templos del consumo
allí donde la gente va
cuando tiene un desazón
porque, si es verdad que dios a muerto
ya sólo nos queda adorarnos a nosotros mismos
la gente va y viene
hombres anuncio se agrupan
buscando el calor
que los paseantes no les devuelven
una variedad imposible de disfraces
el hastío de quien trabaja por aquí
turistas desinformados
que buscan lo mismo que tienen en casa
la uniformidad del delirio
mendigos durmiendo en las puertas de un cine abandonado
ignorados por la velocidad de la vida
que tan sólo sabe mirar hacia arriba
y otros que pidiendo apenas nada reciben
mas que ese silencio que ellos
ya no son capaces de soportar
una mujer, aparentemente una gitana rumana
pide para comer, detrás de ella el ventanal de un restaurante
ofrece una vista inmejorable de sus carnes
acompañadas de sus abusivos precios
si bien es cierto que todo ya es artificial
no puedo soportar este ecosistema, demasiado para mí
me siento como un extraterrestre perdido sin saber donde ir
no encuentro mi libro
agotado, me dicen en tres grande superficies
el resto de librerías, las pequeñas
han cerrado para comer, y yo no voy a esperar
huyo del centro, vuelvo al extrarradio
esa simulación de aldea a la que pertenezco
igual de artificial
pero más silenciosa y sin tanto neón
sábado, 16 de noviembre de 2013
TARDE DE SáBADO
el aire frío, un manto de lluvia
y el silencio de una calle vacía
dibujan la típica estampa otoñal
de una tarde que se presenta
como testigo mudo
de la lenta llegada del invierno
días cortos y largas noches
en donde nada sucede
donde los barcos naufragan
y todo lugar común
se convierte en una isla desierta
recorro en silencio las calles del barrio
no tengo destino, el destino
es siempre el punto de partida
todo lo demás
no son mas que puntos inciertos
donde me ausento
desde los cuales enlazo posibilidades
esos momentos de recogimiento interno
que siempre buscan una salida
que aunque breve, de ida y vuelta
siempre abre enormes paréntesis
y todo termina, para empezar de nuevo
frente a la pantalla del ordenador
en esta especie de diario de abordo
donde a veces invento
donde a veces soy todo lo verídico
que la memoria me permite
donde simplemente
con palabras trato de ser
en ese instante suspendido
que es la escritura
un vacío, la distancia a todo lo demás
y el silencio de una calle vacía
dibujan la típica estampa otoñal
de una tarde que se presenta
como testigo mudo
de la lenta llegada del invierno
días cortos y largas noches
en donde nada sucede
donde los barcos naufragan
y todo lugar común
se convierte en una isla desierta
recorro en silencio las calles del barrio
no tengo destino, el destino
es siempre el punto de partida
todo lo demás
no son mas que puntos inciertos
donde me ausento
desde los cuales enlazo posibilidades
esos momentos de recogimiento interno
que siempre buscan una salida
que aunque breve, de ida y vuelta
siempre abre enormes paréntesis
y todo termina, para empezar de nuevo
frente a la pantalla del ordenador
en esta especie de diario de abordo
donde a veces invento
donde a veces soy todo lo verídico
que la memoria me permite
donde simplemente
con palabras trato de ser
en ese instante suspendido
que es la escritura
un vacío, la distancia a todo lo demás
viernes, 15 de noviembre de 2013
AFTERWORK #37
termina otro día, su parte más desagradable
es el momento en que todo se suspende
por delante un hermoso y completo nada que hacer
hermosos estos días soleados de invierno
un viento frío seca mi piel
mientras descanso ante un sol que no calienta
antes de ponerme a lagartijear por la pared
la vida a veces no parece tan dura, tan injusta
el silencio de una tarde de viernes en la que no hay nada planeado
nada más por hacer
que observar otro indescriptible horizonte
en pleno atardecer
es el momento en que todo se suspende
por delante un hermoso y completo nada que hacer
hermosos estos días soleados de invierno
un viento frío seca mi piel
mientras descanso ante un sol que no calienta
antes de ponerme a lagartijear por la pared
la vida a veces no parece tan dura, tan injusta
el silencio de una tarde de viernes en la que no hay nada planeado
nada más por hacer
que observar otro indescriptible horizonte
en pleno atardecer
miércoles, 13 de noviembre de 2013
HORIZONTE y#6
un cielo azul, brillante, pinta otro horizonte
con una cadena de montañas
como fondo de un destino lejano
que se prepara para recibir las primeras nieves
de aquella diosa de ojos de gata
solo alcance a conocer su morbosa indiferencia
pues yo, que cambie mis rutinas
perdí la oportunidad de alcanzar su cimas
de ella no recuerdo nada
la deslumbrante blancura de su piel
y unos ojos hipnóticos
que promulgaban en mi imaginación
la manifestación de un deseo
que no fue lo suficientemente salvaje
como para poner en juego
este presente que no sucede
que tan sólo se mantiene
el cielo azul de invierno
no hay nada más bello
incontables horizontes
se dibujan en él
con una cadena de montañas
como fondo de un destino lejano
que se prepara para recibir las primeras nieves
de aquella diosa de ojos de gata
solo alcance a conocer su morbosa indiferencia
pues yo, que cambie mis rutinas
perdí la oportunidad de alcanzar su cimas
de ella no recuerdo nada
la deslumbrante blancura de su piel
y unos ojos hipnóticos
que promulgaban en mi imaginación
la manifestación de un deseo
que no fue lo suficientemente salvaje
como para poner en juego
este presente que no sucede
que tan sólo se mantiene
el cielo azul de invierno
no hay nada más bello
incontables horizontes
se dibujan en él
lunes, 11 de noviembre de 2013
AUTOMATISMO
Un día más el día se cubre de gloria al atardecer. Una inmensa belleza
que permanece en mi espalda mientras que yo ignorando el atardecer permanezco
ante este otro horizonte, más cercano, menos atractivo, que es la pantalla del
ordenador. Alterno frases que se escriben sin ser pensadas y que, ahora, en
este instante desconozco que serán de ellas, con videos musicales de los años
ochenta. Una época que viví en la felicidad inabarcable de una infancia no
recordada. Lo que me permite estar en paz con aquello. Un pasado al que no le
guardo rencor. Por eso todo en mí es horizonte, o eso pretendo. Todo lo bueno
permanece allí, en ese lugar que está por venir, pero al que tenemos que
acercarnos. Una meta, un destino elegido. Sea lo que sea. Aquello que está al
otro lado de las montañas por las que ahora se esconde el sol dejándonos
desamparados ante la noche que ya es. Y lo demás no importa, no es. Lo que fue
es una historia interminable. Curiosamente el mismo título que lleva la canción
que suena ahora. La historia interminable, también una de las películas de mi
niñez. Esa historia de un niño que rescata a la fantasía del olvido leyendo
vivamente un libro prohibido. Sigo escuchando canciones de los ochenta, éxitos
de una sola canción, y trato de adentrarme en mi historia real de aquella
época, mis primeros diez años, y no recuerdo más que algunos programas
infantiles, y las noches de verano en el pueblo, cuando mis padres que aún eran
jóvenes hacían las mismas fiestas que nosotros hacemos ahora, y entiendo porque
me suenan tanto estas canciones, y también comprendo porque siempre vi como
algo tan natural, las fiestas y todos sus excesos, su falsa efímera felicidad,
la alegría que desprenden. De casta le viene al galgo, dice uno de esas frases
hechas, tan españolas, que tanto detesto. Que parecen no, que son reflejo claro
de la resignación cultural que hay en el adn español tan dado a ella, a la
resignación al más vale malo conocido que lo bueno por conocer, imposible de
superarse, de evolucionar, de superar sus traumas, de conseguir superar el cainismo
cultural del que un famoso escritor que antes detestaba pero que sus palabras
me sorprendieron gratamente en uno de los mejores programas de televisión que
se pueden ver en la televisión española. Y la música del pasado sigue sonando,
más éxitos de un solo tema, escuchados hasta la saciedad. Y uno de sé da cuenta
que se hace viejo porque empieza a ver a los chavales de la misma manera que su
padre le veía a uno, es decir, con la perplejidad del que no entiende nada y se
pone de algún modo nervioso. Dentro de uno años saldrán programas como este que
escucho en diferido hablando de nuestra época y será horroroso y nos daremos
cuenta de lo absurdamente jóvenes que éramos, y quizás nos demos cuenta de que
la vida es eso un absurdo, y también quizás no demos cuenta de que la felicidad
es eso entender lo absurdo de la vida, algo que creo que ya he dicho varias
veces en este blog. Algo que no escondo, mi tendencia a repetirme. Por qué
hacerlo. No me considero un escritor, del mismo modo que tampoco me considero
un escalador. Es más no me gusta considerarme. No sé quién soy, hace tiempo que
deje de buscarme. Trato de que mi presencia en la vida sea lo que es pasajera,
un viaje en el que no quedará ni su recuerdo, por eso trato de estar, no ser,
hacer cosas que me hacen feliz hasta que dejan de hacerlo, por eso deje las
drogas y me aleje de la noche, aquello no era nada sano, no me hacían feliz. Todo
se había convertido en una inercia oscura, y me fui. Volví al camino y empecé a
buscar por otro lado. Pero por supuesto que algo seré, lo más seguro que
simplemente uno más, alguien que no es importante, no me doy más importancia
que la que me permite seguir vivo. Y la música sigue y todo cambia, las modas,
las actitudes, el absurdo tomando distintos modos, distintos aspectos. Y nada
de lo he venido diciendo tiene importancia, palabras y solo palabras. Sin hilo
argumental un discurso que no ha sido pensado, una improvisación que ha ido
surgiendo mientras que he ido escuchando un programa de música sobre éxitos de una
sola canción, ahora ya por los noventa. Una década que si fui, que fui un
adolescente tímido y acomplejado que solo encontró refugio en el cine y en las
drogas, alguien que se buscó incesantemente y no encontró nada más que la
entrada a un laberinto del que no puedo salir hasta casi cumplir los treinta
años. Donde estoy ahora, convencido de mi incapacidad a dar por mío todo lo que
hasta aquí a llegado.
domingo, 10 de noviembre de 2013
DISTANCIA de DOMINGO
siempre que
volviendo de patones o la cabrera
surgen en el horizonte dee manera repentina
casi amenazante, violenta sin duda
las cuatro torres de la castellana
me acuerdo de aquellas palabras de i.
que bien sabe hablar poco, para decir lo justo
recordáis cuando las torres kio eran las más grandes
y mirarlas ahora, que pequeñas, que ridículas
el tiempo que pasa, el ayer que cambió lentamente
una infancia perdida, irrecuperable, por suerte
y una ciudad que sin dejar de ser la que es
también se hizo mayor y más seria
qué difícil es la ciudad, para los que queremos algo diferente
tan lejos todo de todo
un montón de amigos, gente que se aleja
una tristeza que no fragua
vivo permanece todo en la distancia del recuerdo que no se olvida
y las preciosas montañas tan lejos, tan alejadas
siempre en el horizonte haciendo distancia con la ciudad
volviendo de patones o la cabrera
surgen en el horizonte dee manera repentina
casi amenazante, violenta sin duda
las cuatro torres de la castellana
me acuerdo de aquellas palabras de i.
que bien sabe hablar poco, para decir lo justo
recordáis cuando las torres kio eran las más grandes
y mirarlas ahora, que pequeñas, que ridículas
el tiempo que pasa, el ayer que cambió lentamente
una infancia perdida, irrecuperable, por suerte
y una ciudad que sin dejar de ser la que es
también se hizo mayor y más seria
qué difícil es la ciudad, para los que queremos algo diferente
tan lejos todo de todo
un montón de amigos, gente que se aleja
una tristeza que no fragua
vivo permanece todo en la distancia del recuerdo que no se olvida
y las preciosas montañas tan lejos, tan alejadas
siempre en el horizonte haciendo distancia con la ciudad
sábado, 9 de noviembre de 2013
AMANECE UN SáBADO SOLEADO
amanece un sábado soleado
un sábado que permanece en un encierro
la imposibilidad de lo deseado
suspendida en un bienestar bovino
que, asumida su pereza, permanece expuesto
ante la expectativa: tanto que hacer, demasiado por esperar
amanece un soleado sábado que nada propone
tras una llamada de teléfono no devuelta
todo es expectativa, todo queda
relegado a la imaginación
una imaginación siempre condicionada
por el afuera como deseo insatisfecho
dejando sólo el interior
de una ciudad que nada dice
que tan sólo propone manufacturas variadas
amanece un sábado soleado
el horizonte lejano, las cadenas montañosas
tendrán que esperar, una vez más
no supieron vencer a la pereza y al cansancio acumulado
nada queda, más que lo ya hecho
las huidas químicas
romper la presunción de una inocencia
un pasado que insiste en permanecer
difícil es escapar de él
un sábado que permanece en un encierro
la imposibilidad de lo deseado
suspendida en un bienestar bovino
que, asumida su pereza, permanece expuesto
ante la expectativa: tanto que hacer, demasiado por esperar
amanece un soleado sábado que nada propone
tras una llamada de teléfono no devuelta
todo es expectativa, todo queda
relegado a la imaginación
una imaginación siempre condicionada
por el afuera como deseo insatisfecho
dejando sólo el interior
de una ciudad que nada dice
que tan sólo propone manufacturas variadas
amanece un sábado soleado
el horizonte lejano, las cadenas montañosas
tendrán que esperar, una vez más
no supieron vencer a la pereza y al cansancio acumulado
nada queda, más que lo ya hecho
las huidas químicas
romper la presunción de una inocencia
un pasado que insiste en permanecer
difícil es escapar de él
miércoles, 6 de noviembre de 2013
AFTERWORK #36
soleado día que ralentiza la llegada del invierno
un día por ser terminado en el que hago acopio de lecturas
y junto frases que parecen no conectar hasta improvisar un ¿poema?
un día en el que dejo que el flujo de las horas siga su curso
hasta que en la noche lo sea todo
soleado día, antesala del invierno, lenta la muerte del sol
un sol que hoy luce con fuerza
haciéndonos creer que aún queda algo del verano que no fue
soleado día que ya termina, que ya presenta su ocaso
un siempre indescriptible atardecer en que todo se pospone
silenciado en la noche, noche que no siempre descansa
que antes también era pura vida, principio de todo
nada más que decir ante tanto silencio
un día que se va llenando de colores el cielo
un día por ser terminado en el que hago acopio de lecturas
y junto frases que parecen no conectar hasta improvisar un ¿poema?
un día en el que dejo que el flujo de las horas siga su curso
hasta que en la noche lo sea todo
soleado día, antesala del invierno, lenta la muerte del sol
un sol que hoy luce con fuerza
haciéndonos creer que aún queda algo del verano que no fue
soleado día que ya termina, que ya presenta su ocaso
un siempre indescriptible atardecer en que todo se pospone
silenciado en la noche, noche que no siempre descansa
que antes también era pura vida, principio de todo
nada más que decir ante tanto silencio
un día que se va llenando de colores el cielo
sábado, 2 de noviembre de 2013
EL TOROZO
mañana fría de otoño que empieza antes de ser día
a la siete a.m. d. me hace una perdida
bajo y ponemos rumbo a la sierra de gredos
dos horas de carretera en la que no hay nervio alguno
ni rastro de aquel principio de incertidumbre
que se manifestaba al caer un triste día en el que nada sucedió
tenemos claro lo que queremos hacer, nuestro objetivo es sencillo
el gran diedro de el torozo, algo sencillo, para lo que vamos sobrados
en la carretera, el horizonte se divide en dos fragmentos de realidad
a nuestra izquierda, el peor de los augurios
nubes negras se desplazan húmedas sin un rumbo fijo
a nuestra derecha, el mejor de los destinos
un cielo azul, un sol resplandeciente y un paredón de roca
llegamos, rápidamente nos repartimos el peso
aún nos queda una hora y... de caminata por un sendero escarpado
paso a paso, disfrutando del paisaje
a nuestra izquierda ahora está la roca, el inicio de nuestro destino
a la derecha un mar de nubes cubriendo todo el valle
empiezo yo con los dos primeros largos
largos que supero sin problemas
y en los que trato de perfeccionar la técnica del cacharreo
los siguientes, algo más duros. son para d.
también los supera sin problemas
como hago yo con el siguiente y último
aquí no vinimos a pelear, disfrutar a sido nuestro objetivo
sin agobios afrontamos la última trepadera hasta la cima
sin entretenemos mucho iniciamos el descenso
mientras observamos como la marea del mar de nubes
ha ido subiendo hasta casí alcanzarnos
tras una cerveza, emprendemos el sencillo camino de vuelta
sin dejar de ser quienes somos
al menos siempre tendremos nuestras huidas
caminos de vuelta que emprendemos
en la búsqueda de un completo absurdo
nada nos espera tras nuestras cimas
no hay más gloria que la satisfacción de saber
que lo hemos hecho
a la siete a.m. d. me hace una perdida
bajo y ponemos rumbo a la sierra de gredos
dos horas de carretera en la que no hay nervio alguno
ni rastro de aquel principio de incertidumbre
que se manifestaba al caer un triste día en el que nada sucedió
tenemos claro lo que queremos hacer, nuestro objetivo es sencillo
el gran diedro de el torozo, algo sencillo, para lo que vamos sobrados
en la carretera, el horizonte se divide en dos fragmentos de realidad
a nuestra izquierda, el peor de los augurios
nubes negras se desplazan húmedas sin un rumbo fijo
a nuestra derecha, el mejor de los destinos
un cielo azul, un sol resplandeciente y un paredón de roca
llegamos, rápidamente nos repartimos el peso
aún nos queda una hora y... de caminata por un sendero escarpado
paso a paso, disfrutando del paisaje
a nuestra izquierda ahora está la roca, el inicio de nuestro destino
a la derecha un mar de nubes cubriendo todo el valle
empiezo yo con los dos primeros largos
largos que supero sin problemas
y en los que trato de perfeccionar la técnica del cacharreo
los siguientes, algo más duros. son para d.
también los supera sin problemas
como hago yo con el siguiente y último
aquí no vinimos a pelear, disfrutar a sido nuestro objetivo
sin agobios afrontamos la última trepadera hasta la cima
sin entretenemos mucho iniciamos el descenso
mientras observamos como la marea del mar de nubes
ha ido subiendo hasta casí alcanzarnos
tras una cerveza, emprendemos el sencillo camino de vuelta
sin dejar de ser quienes somos
al menos siempre tendremos nuestras huidas
caminos de vuelta que emprendemos
en la búsqueda de un completo absurdo
nada nos espera tras nuestras cimas
no hay más gloria que la satisfacción de saber
que lo hemos hecho
viernes, 1 de noviembre de 2013
PRINCIPIO de INCERTIDUMBRE
cae la tarde temprana, pronto el azul se vuelve noche
surge una impaciencia ya resignada
miro por la ventana y todo se vuelve mas preciso
las líneas de los edificios
la forma de los árboles, su frondosidad
los sonidos de la calle aumentan
y un inmenso horizonte que parece no tener fin
cae la tarde de este viernes hecho de silencios y esperas
un atardecer hecho de fuego
arden en él todas mis esperanzas de fuga
el horizonte se vuelve ladrillo
pantalla de ordenador
un horizonte que se cierra con la noche
se vuelve opaco
prisión permanente en el delirio
de quien espera, de aquel que desea con fuerza un imposible
una distancia insalvable
entre lo inmediato y su posibilidad
se cierra ya este día, cayó definitivamente la noche
lo que antes era un inicio irrenunciable
no es más que un principio de incertidumbre
surge una impaciencia ya resignada
miro por la ventana y todo se vuelve mas preciso
las líneas de los edificios
la forma de los árboles, su frondosidad
los sonidos de la calle aumentan
y un inmenso horizonte que parece no tener fin
cae la tarde de este viernes hecho de silencios y esperas
un atardecer hecho de fuego
arden en él todas mis esperanzas de fuga
el horizonte se vuelve ladrillo
pantalla de ordenador
un horizonte que se cierra con la noche
se vuelve opaco
prisión permanente en el delirio
de quien espera, de aquel que desea con fuerza un imposible
una distancia insalvable
entre lo inmediato y su posibilidad
se cierra ya este día, cayó definitivamente la noche
lo que antes era un inicio irrenunciable
no es más que un principio de incertidumbre
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