al rededor de las ocho de la tarde
el día llega a su termino
una niebla espesa y húmeda
domina el el valle
no alcanzo a ver nada
la noche lo oculta todo
ya vendrá la mañana
con la sorpresa de un nuevo horizonte
despertar
donde nunca se hubo estado antes
todo permanece en silencio
una conversación en un idioma que no comprendo
las campanas de una iglesia
y, a veces, un coche que pasa por la húmeda carretera
momento para irse dejando dormir
lentamente
para en el sueño
recuperar las fuerzas perdidas
y continuar
caminando