despertamos lentamente, a oleadas
nos vamos reuniendo en el desayuno
todo son caras de sueño, pero
el recuerdo de la risas de ayer
persisten y aún se escucha su eco
mientras el café empieza a hervir
el horizonte está cubierto
una amenaza de lluvia
que el oráculo pronostica
para toda la jornada
nada que nos de miedo
sin prisa, de la mano
de las largas horas del verano
nos permitimos un exceso
de tranquilidad, y a medio día
ya estamos todos juntos en el circo
hoy será un día de sextos para algunos
y otros directos a por sus proyectos
que algunos completaran con rotundo éxito
horas y horas de escalada
pegues y pegues hasta que las manos
se abran cansadas
un final que se celebrará
encadenando una birra tras otra
hasta la cena, durante y tras esta
momentos de fugaz felicidad
la vida leve, sin presión por ser
tan sólo, el placer de estar siendo