el despertador me arranca de tus brazos
tempranamente para ser domingo
pero los bichos esperan y este domingo
es de sombra y roca, ingrata pared oscura
solo son unos pocos kilómetros y ya estamos
los mismos de siempre (esto a aveces es
pesado como una
familia política
pero nosotros, un grupo reducido
juntos, a por una mañna de domingo
que se alarga hasta bien entrada la tarde
cuando en alcampo, cerveza y ración de oreja