me olvido de mí mismo en las noches
solitarias en que me evado en busca del poema:
bosquejos, frases sueltas que no alcanzan,
poemas que expiran antes de ser escritura;
un dejarse ir, marchar, partir a la patria ausente;
yo, que no me siento de ningún lugar, como Dios,
soy la presencia constante allá a donde voy,
no puede ser de otra manera, es ser
todo palabra, código clave, enigma a descifrar
las imágenes que pueblan el entorno,
poco se difieren lo claro y lo oscuro, la sombra del reflejo,
todo es simple y armoniosa confusión;
se siente pero no se explica, se comprende
sin saber cómo, así es
el mejor modo de esconderse: no saber, no ser, no estar,
marchar inconsciente tras el poema
Yo también me quedo en su estela. Del poema, digo. Y de este con mucho gusto.
ResponderEliminar