(koan)
alertado por el ruido del árbol
que cae y nadie escucha
salgo de mi ensimismamiento
(haiku)
ya está aquí el frío invierno:
la melancólica brevedad de los días
que pronto oscurecen
(zen)
dos bolas metálicas en una mano
un bolígrafo dormido en la otra
la tarde sucediendo en silencio
(agua)
lluvia silenciosa cae
tierno manto que cubre
la calle que sola se queda
(climb)
arden las manos callosas
al deslizarse transversalmente por la piedra
pretendiendo una aventura del presente