todo otro es un mundo posible
G. Deleuze
Todo la noche he buscado
la forma, una forma, de articular,
de dar forma,
a la rabia que hierve la sangre,
esa impotencia que no tiene nombre.
Tras la re-ocupación del edificio,
breves instantes de felicidad colectiva,
montones de besos y abrazos
con desconocidos,
gritos y vítores, soñar.
Tras aquello,
la aspereza de la felicidad,
apenas unas pocas horas después
un nuevo desalojo,
con un despliegue policial
de proporciones desmesuradas.
Pero eso no es todo,
no sólo el CSO.
También el edifico telefónica
de plaza españa.
Así va la cosa, por un lado
familias sin recursos,
bibliotecas secuestradas
y más y más puertas tapiadas,
al otro hombres de azul,
mercenarios del capital
dando la cara por aquellos
que no se muestran, aquellos
que siempre se ocultan.
Nos quitaran los sueños, pero nunca
la capacidad de soñar.
Podrán tensar las cadenas, pero nunca
el deseo de romperlas.
Siempre seremos
el fango que venga a enturbiar
su cristalino caudal.