despierto al tiempo que amanece
este invernal viernes de febrero
en el que el clima parece darnos
un breve paréntesis sin lluvias
la ciudad y yo lentamente salimos
de nuestro letargo nocturno
mientras se escucha como los pájaros
cantan al alba en el barrio
hoy todo está programado
poco ha sido dejado al azar
la suerte está echada y confiamos en ella
la pedriza nos espera, ese es nuestro destino
y sólo un viento noroeste amenaza
con romper nuestros planes de huida