...el mundo sigue siendo falso, cruel y hermoso
Charles Simic
el hombre
que pide limosna
en el semáforo que hay
entre la gran vía
y la calle alcala
tiene un tic en un ojo
no para de guiñarle insistentemente
a todo aquel que se cruza con su mirada
salvo por ese defecto
no tiene pinta de vagabundo
va bien aseado, buena ropa
y salva también
el estereotipo aquel que dice
que todos los que piden limosna
en la calle
de algún modo
son adictos a algo
agita el monedero
que tiene en la mano izquierda
y con la derecha
hace pases de torero
a los que a su lado pasan
nadie parece
percatarse de él
todos pasan
turistas, trabajadores como yo
y ansiosos compradores
así es
madrid, su centro
donde los desheredados
se encuentran en mismo espacio
con el resto de la gente
sin estar
en la misma existencia
dos mundo
que se cruzan
sin tocarse