sin tener que trabajar, empiezo este día sin propósitos
ver las horas sucederse lentamente sin ningún objetivo
redescubrir las cosas que el tedio oculta en su red
ese breve paseo matinal con el perro
ese estar secándome al sol del mediodía
todo lo que la rutina condiciona e imposibilita
todo lo que el cansancio y el hartazgo
siempre relegan a ese mañana que nunca viene