mañana de sábado en la que nada ha de suceder
el día despierta ausente de todo propósito
la calle desierta no deja ningún lugar a la duda
nadie me acompaña en este viaje de ida y vuelta
simplemente caminar sin saber a dónde ir
seguir al cansancio hasta que me traiga de vuelta
caminar viendo la mañana avanzar
ser en ella otro más que no sabe donde detenerse
por ocio, por la total ausencia de ocio
generar una presencia donde nunca la hubo
verme reflejado en la luna de los coches y sonreír
esbozar una sonrisa para nadie, para mí mismo
sentirme bien en esta ausencia, dar otro paso y seguir
continuar avanzando alejándome del centro
buscar la periferia, allí donde una vez fui
descubrir otro mundo y redescubrir un pasado
continuar hasta quedar enmudecido
en ese silencio permanecer el resto del día
en esa ausencia: un día de sofá y persianas bajadas
