la luna, tan sola
tan distante
apenas entre abierta
en el cielo negro
de este día a punto
de despertar
la luna, como yo
sola y perdida
resignada a ser
cuando nadie la ve
cuando todos miran
al suelo
o a sus propias sombras
en el silencio cómplice
de otro día
que ya sin remedio
empieza
sin traer nada
sólo la rutina muda
otro día más
sin aventura