INSIDE

las horas de sueño se alargan
lo justo
para sentir unos minutos
la levedad del día que empieza
perezosamente en la cama
antes de que el despertador
comience con su música
una felicidad liviana
dulce como aquellos besos
y tras el bip-bip, otro día empieza
con el funcionamiento mecánico
de quien tiene las cosas claras
y ya estamos en marcha
rumbo a la pedriza
las tres coronas nos esperan
algún objetivo en mente
y toda la paciencia cargada
para disfrutar de este día sin agobios
al llegar una foto preciosa
el aparcamiento de cantoco
casi vacío, apenas una decena de coches
y en uno de ellos
g. y c. dos fanáticos que hace tiempo
la vida nos fue separando
y nos vamos todos juntos
dos cordadas
que buscan matar este miércoles
un día perfecto
sin los agobios y el tumulto de un fin de semana
y las horas lentas se van
y regresamos a la ciudad
cuando esta está en plena ebullición
la hora punta que a todos retiene
menos a nosotros que venimos de lejos
descansados y evadidos
preparados para el día de mañana