a primera
hora de la mañana
cuando aún
es noche cerrada
y todo sucede
en las paradas
de los
servicios públicos de transporte
el locutor
de radio anuncia resignado
bienvenidos
a este segundo
día de
última semana de febrero
nada más
lejos de mi insignificante mundo
hoy termina
todo y empieza
un breve
paréntesis de días libres
de días sin despertadores
ni rutina
nada
sucederá en estos días
todo será
levedad
espuma de
mar que traerán las olas
sin tiempo,
hasta la orilla
desde la que
observar aquello que se aleja
un tiempo
para arder y volar
tan lejos
como la imaginación me permita
a lugares
donde no ser
un destino
deseado y necesitado
que ahora
empieza