tras una semana de calor y extenuación
quizá, la semana que inaugura el verano
despierto con cierto despiste
provocado por un exceso de thc en la venas
y una acumulación de cansancio no repuesto
con la vista puesta en nuestra amada verticalidad
marchamos hacia el pontón de la oliva
nada nuevo, simplemente
la mejor manera de pasar estos días libres
días sin trabajo, que suceden rápidamente
echar una mañana sin que nada suceda
hacer metros y no pasar del sexto grado
disfrutar de la compañía de los buenos amigos
un día que finaliza tempranamente
posponiendo para el día de mañana
el resto de las fuerzas que nos quedan
felices viendo pasar la vida, las mujeres
con esa imprescindible birra entre las manos