ESCRIBIR UN DIARIO NOS AYUDA A OLVIDAR LA ILUSIÓN DE TENER UNA VIDA PRIVADA
(ricardo piglia)

HAGO MI FICCIÓN PARA QUE SEA CIERTA
(pentti saarikoski)

domingo, 16 de agosto de 2015

TIEMPO ATRáS, AQUELLAS OTRAS TARDES DE DOMINGO

recuerdo aquellas tardes de domingo
solos tú y yo, y nuestra resaca
solos tú yo en la ciudad de granada
nada sucedía, porque nada había por suceder
teníamos todo lo que podíamos necesitar
tú y yo, y nuestros tres perros
nuestro pequeño sombrío apartamento
la radio en la que sonaba siempre la misma canción
el tiempo que sin dormir no pasaba
se detenía en la construcción de nuestros sueños
sueños, que por ser sueños, nunca sucedieron
viajar juntos, tan lejos como pudiésemos imaginar
cruzar fronteras como quien cruza calles
ir todo lo lejos que el horizonte marcase
pero nada de eso sucedió
tú te regresaste, yo me regrese
volvimos, y ese cambio nos separó
demasiados kilómetros de distancia entre los dos
pero fuimos muy felices en nuestro hambre
hambre de dinero, hambre de sueños
queríamos escapar de un presente marcado por los excesos
todas esas noches que nunca terminaban
empalmábamos noche tras noche
hasta que el cansancio nos detenía
a veces era yo, otras eras tú
pero siempre terminábamos con los bolsillos vacíos
regresando a casa tras el último amanecer
de vuelta de todo, de todo hasta arriba
arrastrando nuestros cuerpos cansados calle arriba
siempre deseando aterrizar juntos en la cama
abrazar nuestros cuerpos desnudos
ser un solo cuerpo, ser los dos uno
ver irse lentamente las horas del domingo
sin que nada sucediese, sin que nada nos separase