en pie, ante
la ventana
contemplando
la ciudad que me alberga
una sucia
ciudad
escenario de
lo absurdo, de lo nefasto
una ciudad
cubierta por un sinuoso manto de lluvia
millones de
almas desnudas aguardan
el silencio espectral del próximo atardecer
ante el
vacío de televisores encendidos y otras distracciones
nada sucede
la deriva de
una tarde donde todos creen ser protagonistas
una ciudad
que se extiende en el horizonte
más allá, la
falda de las sagradas montañas
muchos han
sido los pies que allí dejaron sus huellas
sin nombre,
ya colonizadas, esperan
otro día,
sus cumbres serán holladas
paredes
de piedra serán trepadas
toneladas de
aire limpio
otra huida,
también esperada
olvidar la
presencia en lo absurdo
la ciudad
gris que ahora en silencio contemplo
pensando el
¿poema?, escribiéndolo
el bajo
retumbando en el estéreo
melodías del
otro lado sintetizadas
la
imaginación siempre más rauda ya camina
recordar
momentos felices, dejarse ir
incierto
curso del medroso río en que transitamos
una
corriente contaminada
objetos
vacíos por todas partes obstaculizan nuestra deriva
nos
detenemos ante el espectáculo de las sombras
olvidamos el
ayer, perdemos el mañana
constante
presencia de la débil consciencia
obligados a
ser sin saber estar
tenue
precipitación en el abismo
y hasta ahora todo marcha bien
y hasta ahora todo marcha bien