acabas de
llegar de una entrevista de trabajo
te quitas el
disfraz: esa camisa y ese pantalón de domingo
que sólo
utilizas en estas ocasiones
te haces un
porro, un porro gordo de maría
lo enciendes
y te postras ante la ventana
la ciudad
cubierta por un manto de lluvia que no cae
piensas,
imaginas, te dejas llevar
ante ti, el
horizonte tiene la posibilidad de abrirse
la
entrevista, eso crees, salió bien
y ahora qué
qué sucederá
si esa posibilidad se convierte en hecho
volver a
trabajar, una rutina, dinero: volver a ser
el trabajo
en cuestión tiene buena pinta
no muy bien
pagado, pero a tu aire
trabajar,
otra vez trabajar
se acabaran
esas mañanas en la nada
esos días
eternos al sol
algo te
corroe las entrañas
algo frío te
recorre el espinazo
lo sabes,
eres plenamente consciente del chantaje
ya es de
noche
así serán el
resto de tus días
llegar a
casa de noche, cansado, sin ganas de hacer nada
todo a
cambio de dinero
un dinero
para comprar cosas que no te hacen falta
el día
subastado
no has
firmado el contrato y ya te tiemblan las manos
ya te asalta
la duda
piensas en
huir, pero a dónde, y con qué dinero
la duda
y el círculo vicioso