la fulminante llegada del verano
y una incompresible actitud por parte de los jefes
la búsqueda de soluciones, de vías de escape
la necesidad de buscar líneas en fuga
los pasadizos ocultos a tanta mediocridad
lo que sea, cualquier camino para evitar la pulsión de muerte
en la que de ocho a cuatro malvivo a cambio de cuatro duros
de momento, lo que viene siendo
otro fin de semana más subiendo rocas
tratando de superar mis miedos, mis límites
una guerra de conquista entre yo y mi otro yo
esta vez, cadalso de los vidrios
un pueblo no visto en la sierra oeste de madrid
desde las ocho de la tarde, hasta las cinco de hoy
malgastado nuestro tiempo
durmiendo a pie de vía
fumando petas
bebiendo birras
conociendo gente
y subiendo paredes para volver a bajarlas
mi compadre j. y el que escribe
devolviendo las enseñanzas que de de otros recibí
a este buen amigo
un par de días de escalada sencilla
hasta que vencidos por el calor
acabamos en el pantano refrescando el cuerpo en sus frías aguas
una vez más, nada especial
otro vano intento
por salir de la inevitable mediocridad
que el lunes volverá a regresar en horario de obligado cumplimiento
