huyendo de las toxinas de la ciudad
en un mismo camino con distinta dirección
dos días sin pensarlo, siguiendo las huellas que otros dejaron
paso a paso, chapa a chapa
encadenando el grado cómo obsesión
dos días idénticos con distinta compañía
dejando que el este tiempo suceda tan rápidamente
que ahora, en este domingo a las nueve de la todavía no noche
cuando el atardecer comienza a pintar el cielo de un increíble naranja
y su suave brisa nos proporciona un descanso a tanto calor
no pueda dejar de pensar en el mañana lunes
otra semana a soportar
pensando siempre que tendremos
caminos, cada un el suyo, para huir de tanta realidad
caminos sin salida
vías de escape
a los lunes martes miércoles jueves viernes
a esos horarios
a esa vida tan conocida
esa vida tan vacía...