esplendido día soleado, la ciudad alegre camina
y yo funciono en ella a la perfección
rápido como un mistral camino por la zona financiera
no hay dilación posible, el fin cerca de terminar
no sucede nada más que lo que tiene suceder
y a nadie le importa
esplendido día soleado, la ciudad alegre funciona
y yo camino en ella, ya sin presiones, sin prisas
soy un tramontano en exilio permanente
no sucede nada más que lo que tiene que suceder
y a nadie le importa salvo a mí
que busco extenuado el suceso, el hecho feliz
en que todo desemboque
esplendido día soleado, la ciudad alegre trabaja
se hace más ciudad, se olvida de detenerse
y yo caminando en ella, me detengo
por pura y vana rebeldía me detengo
observo todo lo que no sucede, lo que no se ve
y, a simple vista, todo un mundo nuevo se abre ante mí
esplendido día soleado, la ciudad se hace más ciudad
la ciudad trabaja, funciona, sucede
como si no pudiese ser otra cosa
como si todo ese ruido innecesario tuviese que ser
y yo termino, echo la vista atrás, nada queda por recuperar
todo lo demás es memoria