pasan los días acumulándose desengaños
el día a día, su tétrica gris rutina
el día a día que, pese a todo, a su tedio
avanza inexorablemente hacia lo desconocido
lento suceder de este destino: la relativa pobreza
encadenada a esta esclavitud del ser
que no es más que la sombra del sueño que una vez fue
y que ahora subsiste sólo en su recuerdo
un día más que ya termina, un día más a tachar
mientras, se acumulan los calendarios y los próyectos