qué rápido termina todo
qué rápido se vuelve a la realidad
la realidad como condena, su aplastante rutina
suceder, en medio de este calor asfáltico
el día día como carrera de fondo
siempre esperando vislumbrar la meta
siempre la misma única meta
un horizonte lejano, imposible de ver
sólo el miedo cuando se disfraza de esperanza
nos mantiene en carrera aguantando
el cansancio y el hartazgo
otra vez lunes, otra vez el tedio