suena el
despertador, las siete de la mañana
un
maravilloso luminoso sábado da comienzo
tras el desayuno, bajo a la
calle para dar un paseo al perro
hace frío,
por primera vez en todo el verano
siento la
necesidad de ponerme la sudadera
en seguida
aparecen los chicos
hoy nos vamos a cuenca
nos espera
una breve visita
hoy todos tenemos que
estar de vuelta en la capital
todos
tenemos alguna cita o algo que hacer
pero no importa,
esta es una mañana de reencuentros
por el
camino nos vamos contando anécdotas
sucesos que
dieron algo de sentido a estos días pasados
al mismo
tiempo que nos comunicamos con el resto
mensajes
cruzados por los teléfonos
al final nos
decidimos por el merendero
quedamos en
vernos en el mirador
tras los
saludos, sin demora empezamos a escalar
un día lento
que trae una lenta motivación
nada
memorable, nada a tachar
más
proyectos que se unirán a la lista interminable
tras el
último peque ya estamos de vuelta a madrid
planeando la
temporada otoñal que ahora comienza
muchos metros
por escalar que nos esperan
la ciudad
otra vez, la ciudad y su noche
otra vez un
reencuentro de los amigos de siempre
la excusa es
planear un viaje juntos para finales de año
juntarnos
los cuatro otra vez
el destino está
por decidir, lo único importante
es hacer
cuadrar las fechas
reunirse y
beber, sabemos que será una resaca larga
la juventud
pasó, y los intentos de acercarse otra vez
a aquellos
años de desenfreno
se pagan, y
lo que antes era un leve malestar
ahora pueden
ser días de estado depresivo
pero no
importa, hoy no importa
porque
estamos todos juntos otra vez
y no hay
nada más bonito
pocas cosas
me hacen sentir tanta felicidad
esta es una de ellas, todos juntos otra vez
paseamos por
el centro de la ciudad
de lavapiés
a gran vía de bar en bar
caminamos
bebiendo como entonces
las latas de
cerveza de los banglas y los chinos
nos cruzamos
con una noche de aspecto distinto
sucede
exactamente lo mismo
jóvenes que
caminan sonámbulos
todos
drogados, cargados de sueños
con un hambre
voraz de comerse el mundo
pero algo ha
cambiado en ella
su aspecto
ya no es el mismo, parece que estamos fuera de lugar
modernos se
agolpan en las colas de todos los clubs
mientras
buscamos el que más se ajuste a nosotros
nos decidimos
por uno de rock con entrada libre y cerveza barata
dentro
encontramos un rincón
la noche
empieza a caer, el cansancio empieza a ceder
me siento
viejo, y veo como todo ha cambiado
sin atrever
a preguntarme si no seré yo el que ha cambiado
miro a mi
alrededor, no me siento parte de lo que me rodea
las drogas
ya no me emocionan, ya no suben
la verdad es
que ya no dan nada
es intentar
coger un recuerdo que ya no existe
empiezo a
mirar el reloj, quizás sea hora ya de volver
la última cerveza
antes de despedirnos otra vez
un último
baile antes de decir adiós
en la calle
nos abrazamos y nos damos muchos besos
los ojos nos
brillan de felicidad
ha sido y
será una bonita noche para guardar
las fechas han
sido ya cerradas y en breve nos volveremos a ver
cada uno
coge un camino distinto
adiós chicos,
ha sido una noche llena de amor y felicidad
en el metro
es hora de cambiar la sintonía
nada podrá
borrar las horas, todo lo que sucedió
pero el
metro, en soledad, es lugar para la melancolía
echar la
vista a la noche, a lo que fue y a lo que no pudo ser
todas las
chicas guapas que se fueron
todas las
diosas de la noche
todas
amantes y amadas
otra vez
volviendo solo a casa
cargando con
mi eterna timidez
y otro día termina,
este día que empezó
a la misma
hora en que es ahora
cuando todo amanece y oscurece a la vez
feliz por
todo lo pasado y por lo tenga que volver a ser
decidido a
dormir por fin, a dormir y a soñar
merecido
descanso tras este largo día que ya se acaba