salgo del
metro en tribunal
rompo un
momento la jornada
para ir a
una de mis librerías favoritas
arrebato
libros
una gran
oferta de libros de poesía de segunda mano
junto con novedades de
editoriales independientes
se cuelan
entre sus estanterías
malasaña ha
cambiado mucho
nada que ver
con el barrio que conocí en la adolescencia
los negocios
tradicionales han desaparecido
no quedan
jonkis ni jóvenes desesperados
en sus
calles se respira un aire distinto
negocios
variados han abierto
el diseño
corre por todas partes
creando esta
modernidad de segunda mano
la gente
habla de hípsters como algo nuevo
cuando en
los cuarenta del pasado siglo
definía otro
sentir, otra búsqueda
un aullido
distinto que ha terminado siendo absorbido
aquí todo
son gente guapa y caras bonitas
ellas,
eternas adolescentes, se pasean en vestidos camperos
o algún diseño de hace décadas
ellos barbudos
y tatuados
sin distinción
de género, intentando ser distintos
lucen todos un
mismo uniforme
nosotros,
los que sí vamos uniformados
trabajadores
de tercera no podemos permitirnos
el precio de
ese desayuno macrobiótico tan saludable
