ausente en estas tardes de desecho
espero intensamente otro atardecer
ese largo instante que precede a la noche
en el que por fin podré volver a ser
ahora es imposible, la calle es un desafío
permanecer dando vueltas por la celda
nada me retiene más que este calor
que todo lo imposibilita, que me deja
este silencio de persianas bajadas
como única compañía probable
mientras tú te acercas sinuosa bajo tierra
atraviesas la ciudad hacia el este
gozando del aire acondicionado
de la red del servicio público de transportes
entonces juntos soportaremos la tarde
narrándonos el absurdo de nuestro día a día