termina a punto de terminar conmigo
otra calurosa jornada,
apunto de ser parte del asfalto, viscosa forma
motivados por las largas horas iluminadas
de estos largos días de verano
quedan largas horas para buscar la quimera
allí, a lo lejos donde los sueños, ese imposible
que nunca se olvida pese a la rutinaria inercia
y el casi siempre sabor amargo de los días iguales
tres amigos perdiendo el tiempo, olvidando los problemas
escondidos en un rincón oculto de la pedriza
un rincón, que ya no es tan oculto ni es tan secreto
y el día que se va, el sol que se pierde
por entre las montañas dibujando un imposible de colores
sobre el embalse de santillana
volver a la ciudad con la noche
sabiendo que mañana, pese a todo
será un buen día