el dolor de estar vivo
el chasquido del látigo de la rutina
cuando diariamente
ese no querer estar aquí, en este momento
se enfrenta a la alegría de estar vivo
despertar junto a Ella, la de los ojos azules
partir rumbo ninguna parte
siguiendo los sagrados caminos
para luego volver a sus brazos
satisfecho por los pegues
la cordialidad encontrada
entre tanto desconocido
porque vivir debería ser eso
la inesperada virtud de la inocencia
ser siempre un niño
que busca y busca en una infinita búsqueda
de libertad no siempre encontrada
pero siempre alegre en cada comienzo
con toda intención: hambre voraz por vivir
solamente vivir
solamente vivir
aunque a veces duela