He decidido hundirme con el invierno
Como en aquel documental de hace unos siete años, dejarme
caer solarmente hasta su punto más bajo
Para luego resurgir
Con el año nuevo ser un tópico
No ser invierno más que lo imprescindible
Conocer cuál iba ser mi destino inmediato y no haber hecho nada para cambiarlo
Permanecer entonces, permanecer es el destino:
permanecer siempre esperando el momento propicio, casi nunca yendo a su
encuentro
Nos levantamos, hace frío pero el sol radiante luce en un
cielo despejado
Otro día de huida que permanecemos en la ciudad
Los cauces comunicativos se han roto, tenemos que buscar nuevas líneas de fuga
Conocer tu destino no te salva de él
No hay excusas, no hay nada literario en el asunto
Es una inapetencia generalizada
Es querer volver a aquellos sagrados caminos, haber perdido un
mapa y no saber cómo recuperarlo
Entonces permanecemos en los mismos metros cuadrados
proletariamente amueblados mientras afuera luce el sol
No hacemos nada
Yo avanzo en mis lecturas
Tú te pierdes en tus redes sociales, sin que yo tenga nada que reprocharte
Está biem así, pasan las horas y no hacemos nada
Nos hemos acostumbrado a esto
Mientras tanto nos perdemos en un océano de posibilidades
Se hace la noche y marchas
Antes mi soledad era mía, pero ahora es una soledad
compartida, una soledad de la que no quiero desprenderme
Antes mi soledad solitaria no necesitaba de un lugar,
siempre que fuese campo abierto o tuviese un buen libro
La soledad de ahora, si requiere un espacio que no tiene
Eso es algo que pesa
Luego la noche, esta semana extraña, sin pies ni cabeza
A mitad de camino de ninguna parte
No hay nada poético en todo esto
Aún así, finalizado en silencio