el sol brilla en este rincón apartado de la ciudad
se augura un perfecto domingo de terraceo y cerveza
tostarse al sol viendo la vida pasar lentamente
pero eso ya hace tiempo que dejo de ser para mí
mi mentalidad obsesiva y fanática quiere roca y tormento
miro esperanzado al horizonte y todo lo que observo
es una línea de negras nubes cargadas de lluvia
así, otro domingo que pasará de un modo u otro
el lento transcurrir de los acontecimientos derivará
en lo que tenga que ser, siendo lo que tenga que ser
otro domingo, y una vez más todas las miradas
puestas en un mismo objetivo: al otro lado del horizonte
donde los sueños siempre tienen la misma forma