luce el sol, un espléndido invernal día
casi perdido en la común rutina
mientras suceden los primeros calores
de la pronta primavera
ya pronto, enseguida
las chicas ligeras de ropa
los jubilados en el parque
y las terrazas y su fría cerveza
ya pronto todo eso y mucho más
la llegada de la primavera y todo
lo que conlleva: días cada vez más largos
días en los que currar será algo más sencillo
manifestación de la felicidad compartida
más común que la rutina, la alegría de ser
en un día soleado, saber que desde ahora
todo será un renacimiento que no cesa
y desde aquí hasta la exageración veraniega
todo será un único objetivo: metamorfosearse
en la roca: ser lagarto y trepar infinitamente
hasta eliminar la piel que me cubre