Primero el pie izquierdo,
después el resto. Un mal comienzo que ignoró el plan propuesto. Un
plan absurdo, sin sentido, que pretendió, en su elaboración darle
todo el sentido a un día que aún no había comenzado. Y ahora, el
calor. Otra vez el calor, el verano. Nada que hacer. ¿Cuántas veces
habré escrito en estás últimas entradas la palabra calor, la palabra
verano, la noción nada que hacer? Incontables. Así se dibuja el
porvenir. El porvenir que deviene en la misma nada que, día a
día, se pretende evitar. Un día de persianas bajadas.
¿Cómo, y para quién, estos días muertos en los que nada pasa?
martes, 31 de julio de 2012
lunes, 30 de julio de 2012
BUENOS DíAS
Lunes. Un tranquilo lunes de julio.
La calle silenciosa descansa del calor
que está por venir. Son la siete de la
mañana,
saludo al nuevo día con un café en la
mano
de pie, ante la ventana abierta.
A pesar de los malestares programados,
los malentendidos, las resacas, los
nadaquehacer,
he de decirlo, amo la vida, amo con
devoción religiosa
esta vida que permanece, que no es, que
sólo está.
Las mañanas de verano, ahora,
silenciosas,
salir a pasear por la calle y los
parques del barrio
y no ver nadie, tan sólo
otros nadies como tú, otros que no se
distinguen
del perro que pasean.
Luego ya vendrá el calor, el televisor
y el sofá.
La espera de la tarde en la que
repetir.
El verano en la ciudad, un ciclo muerto
de sucesiones repetitivas, todos los
días
la misma ausencia de quehacer
viernes, 27 de julio de 2012
VESPERTINO DE VERANO
La ciudad duerme
aturdida por el calor
somnolienta duerme.
Aquí no hay verano, hay una
ausencia de
hasta que llega la noche y llena
plazas y terrazas donde tomamos y
tomamos
hasta que seamos devueltos a nuestras
habitaciones de persianas bajadas
y televisores encendidos.
jueves, 26 de julio de 2012
TRAZOS
Hay quien ha vivido más, y hay
quien ha vivido menos.
Hay quien tuerce la línea, y hay
quien insiste en seguir el camino
recto.
La vida, cúmulo de experiencias.
Unos más otros menos.
Unos más otros menos.
El saber el ahora o el sentir el mismo ahora.
Cambiar el argumento de la propia
historia.
Mentiras maldichas.
Ese deseo que tus ojos dicen, me
provocan.
Herramientas. La pieza
que no sobra,
el perfecto funcionamiento.
Líneas y líneas, líneas por todos
lados.
Trazos de tinta que abonan el delirio.
La suerte de ser otra cosa, ahora.
Nadie puede más que tú.
Nadie conoce el último encargo.
Todos caemos, paulatinamente, caeremos
en el ello,
en lo otro,
en la locura del otro, en la propia.
Y yo, tras tus ojos morenos,
oscuro final, esperanzador principio,
siento desvanecerme.
lunes, 23 de julio de 2012
COMBATE
la lucha, eterna, con las palabras,
encontrar el sentido conjunto
que de la forma final al poema
qué decir que no haya sido dicho
ya, cómo hacerlo
ser, estar siendo, querer ser
otra cosa, otro tipo de cosa
una máquina poética
de perfecto funcionamiento
(un silencio
la página no escrita
de un cuaderno)
extenerse, avanzar, alcanzar
el límite final, la última
frontera antes de la locura
desvanecer la memoria
en el acontecimiento inesperado
sábado, 21 de julio de 2012
íNTIMO Y PERSONAL
Tus bragas negras, esas que tanto me
gustan,
después de un finde semana en la rave,
tan calientes, tan sucias;
aquí todo tu yo está contenido,
empaquetado.
Recicle de ti. Esas bragas negras
aún un año después, en el cajón
con el resto de mi ropa interior.
viernes, 20 de julio de 2012
TRISTEZA
Termino esta noche sin esperanza solo,
ante mí mismo, reflejado en este blanco espejo.
ante mí mismo, reflejado en este blanco espejo.
Nada hay al otro lado,
Alicia guarda su cuerpo bajo las
sábanas
lejos de mí, abrazada a otro cuerpo.
Termina conmigo esta noche sin
esperanza
y algaradas callejeras
llevando consigo, lejos, muy lejos,
la inocencia y los sueños rotos;
dejando próyectos, otros sueños por
quebrar.
Acostubrado a sus mentiras, a mis
fracasos,
a mis desequilibrios emocionales,
me introduzco, me dejo llevar en
otra tormenta de arena
que se llevará el recuerdo de todo lo que no
pudo ser.
miércoles, 18 de julio de 2012
MIEDO
Nos tomamos la vida demasiado en serio.
Nos ponemos neriosos en el espejo.
Nos da vergüenza tirarnos un pedo en
público.
Nos preocupamos más por el qué dirán
que por nosotros mismo, por nuestro
bienestar inmediato.
No nos gusta que nos digan que no.
Tenemos miedo, nos preocupa tanto el
futuro
que no tenemos un presente: todo es un
porvenir
que deviene en otra cosa distinta.
Miedo. Eso somos, puro miedo
contenido y justificado en elaboradas
narraciones.
martes, 17 de julio de 2012
NOCTURNO
Martes, dos de la madrugada. Un poco
borracho.
Mañana no tengo que trabajar. Finalizó en contrato.
Me encanta. Tras casi dos meses
trabajando, unas vacaciones.
No me preocupa la recesión, el paro.
Esta crísis.
No no me importa. Nada. No pierdo el
sueño.
Tiempo, ahora me sobra. Me sobra para
malgastarlo.
Beber, fumar, pasear. Leer cosas sin
objetivo. Escribir aquí.
Ver crecer la hierba, ver el sol
desplazarse en el horizonte.
Permanecer, quieto. No hay dinero para
viajar.
Tampoco me importa. Los viajes
volveran.
Ahora la nada. Unas vaciones en la
nada.
De noche. En verano, siempre de noche.
Esperar el alba. Esperando que sea en
una cama desconocida.
sábado, 14 de julio de 2012
TARDE DE VERANO
Un calor espeso, quieto
cae como una hoja de papel.
Esperar la noche, la breve noche
donde todo sucede sin sen visto.
Más de lo mismo, otra vez
nada que hacer, aguantar.
Un placer ausente, esta levedad.
El verano en Madrid, seco, pesado.
Sábado por la tarde, la soledad
en este océano calmo, sin movimiento.
No hay dolor, no hay ansiedad, no hay.
Todo es ausencia. Nada se mueve en el
aire.
miércoles, 11 de julio de 2012
OTRA PAREJA ENCANTADORA
para juanfran y soni
Otra pareja de amigos -la verdad es que
siendo una pobre rata de ciudad, sólo
soy pobre en dineros,
ya que en amigos, a pesar de mi
tendencia a la soledad, a pesar de mi ermitañismo,
me considero multimillonario- pues eso,
lo que decía,
otra pareja de amigos me han mandado
una foto de ellos. Una foto preciosa.
Se les ve sentados en la puerta
exterior de la que podría ser su casa.
Están los dos con la perra y, al
fondo, su maravillosa furgoneta.
Ese trasto viejo de mil novecientos
setenta y algo, perfectamente acondicionado,
con el que han ido, alguna vez yo fui
con ellos, a miles de lugares
con su preciosa artesanía. Plata y
macramé. De verano en verano.
Ahora están en Menorca. Se les ve
felices, aunque viniendo de ellos,
la felicidad no es algo pasajero. Sus
sonrisas fotografiadas lo demuestran.
Ella está embarazada. Una enorme
barriga
y esa cara que sólo las embarazadas tienen.
y esa cara que sólo las embarazadas tienen.
A él se le ve más gordo. No lleva más
que unos pantalones y se le ve más fibrado.
Los dos están morenos, la piel
brillante por las bondades del sol mediterráneo,
y el pelo enmarañado y descuidado. Por
esto sé
que van a ser unos excelentes padres.
Por esto, y por ser como son,
inteligentes, locos y muy cariñosos.
De la perfecta unión que hacen nada
malo puede salir.
Sin echar en falta los viejos tiempos
me gustaría estar allí con ellos
y ver como comienzan unos nuevos
tiempos,
pero esto es otra historia llena de
excusas sin fundamento.
Llevo dos días observando esta foto.
Me quedo sin palabras.
Se les ve muy felices. No les envidio
sino que me alegro por ellos.
Se merecen esa felicidad. Aunque sea
pasajera, todos nos la merecemos.
Y ellos ya la han conseguido.
sábado, 7 de julio de 2012
MENSAJE EN UNA BOTELLA
En el cielo, una nube.
Sola, solitaria, navega.
Sobre el suelo, yo, Uno.
Solo, solitario, me deslizo.
Dónde estás. Dónde estoy.
Por qué no nos encontramos.
Tú y yo siempre solos.
Tú, idealizada, distante, en los
cielos.
Yo, cosificado, ausente, en el suelo.
Una noche y un día,
que no son noche ni día,
los dos sucesos cada uno,
dando vueltas no nos encontramos.
Eclipse, ese es nuestro cuento de
hadas.
La mágia que nos precede, que nos
hizo.
Eso somos, un suceso sin misterio.
El resto, una mentira, un artificio.
El escenario donde somos.
viernes, 6 de julio de 2012
LA VIDA QUE DESDE AQUí SE IGNORA
Un
armario viejo. Capas y capas de barniz le cubren.
Una
cama sucia y desvencijada. Las mismas sábanas desde hace un mes.
Ropa
cansada de ser ropa por el suelo.
Una
estantería recogida de la calle. Libros robados, libros viejos,
alguno comprado.
El
ordenador todavía es de esos de torre con todos sus cables. Todas
las conexiones cableadas.
La
ventana abierta y la persiana bajada sirven de tecnología
climatizadora.
La
mesa que sostiene el ordenador está hecha de un tablón y unas
borriquetas.
En
ella, ausente de todo, el que escribe. Sentado sin camiseta, frente a
la pantalla del ordenador.
A
su derecha, el cenicero. En él un porro humeante. A su izquierda,
una taza de café todavía caliente.
De
los altavoces del ordenador, la radio. Música que no se escucha.
Música desconocida.
Al
otro lado, más allá de este cuarto, la vida que desde aquí se
ignora.
El
resto de una casa vieja de protección oficial donde nada sucede.
La
casa está en un barrio de las afueras de cualquier ciudad de España.
El barrio, todos son idénticos.
Grandes
avenidas con todos los comercios cerrados
Grandes
descampados. Aquellos espacios donde la especulación inmobiliaria no llegó.
Zonas
verdes que por la noche, tanto en invierno como en verano, se vuelven hoteles
de cinco estrellas.
La
gasolinera que de hace de centro comercial.
De
vuelta al cuarto, el mismo que escribe, en el mismo lugar, igual de
ausente.
El
calor del verano. Calor con sabor a asfalto.
Nada
que hacer. Escribir. Leer. Poco más.
Tan
sólo esperar la noche.
martes, 3 de julio de 2012
SEDICIóN
La vida es un discurrir supendido en el
vacío por el que camino sin miedo,
aprieto con firmeza las piernas en este
terreno móvil buscando un lugar donde situarme
y dejo los brazos al aire, no para
parar la caída sino para concitar con fuerza
las fronteras fijas que surjan, la
represión que traten de imponerme.
La vida ni es una línea ni es el
circulo del eterno retorno ni la espiral eterna de la carcola.
La vida, no es historia, no puede
serlo.
La vida es un caballo desbocado, el
animal salvaje que todos llevamos dentro.
Y yo sólo soy un indio cansado,
fumando meditabundo en medio de la meseta.
¿Qué digo? ¿qué es esto que
escribo? ¿qué es lo que pretendo decir con todo esto?
No lo sé, no puedo saberlo, no es más
que un comedido grito, un aullido domesticado.
Es una aproximación, un injerto, un
fragmento de pesamiento encriptado en palabras
que cae como peso muerto, lastre
liberado en este errar sin prisas que es mi vida.
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