para juanfran y soni
Otra pareja de amigos -la verdad es que
siendo una pobre rata de ciudad, sólo
soy pobre en dineros,
ya que en amigos, a pesar de mi
tendencia a la soledad, a pesar de mi ermitañismo,
me considero multimillonario- pues eso,
lo que decía,
otra pareja de amigos me han mandado
una foto de ellos. Una foto preciosa.
Se les ve sentados en la puerta
exterior de la que podría ser su casa.
Están los dos con la perra y, al
fondo, su maravillosa furgoneta.
Ese trasto viejo de mil novecientos
setenta y algo, perfectamente acondicionado,
con el que han ido, alguna vez yo fui
con ellos, a miles de lugares
con su preciosa artesanía. Plata y
macramé. De verano en verano.
Ahora están en Menorca. Se les ve
felices, aunque viniendo de ellos,
la felicidad no es algo pasajero. Sus
sonrisas fotografiadas lo demuestran.
Ella está embarazada. Una enorme
barriga
y esa cara que sólo las embarazadas tienen.
y esa cara que sólo las embarazadas tienen.
A él se le ve más gordo. No lleva más
que unos pantalones y se le ve más fibrado.
Los dos están morenos, la piel
brillante por las bondades del sol mediterráneo,
y el pelo enmarañado y descuidado. Por
esto sé
que van a ser unos excelentes padres.
Por esto, y por ser como son,
inteligentes, locos y muy cariñosos.
De la perfecta unión que hacen nada
malo puede salir.
Sin echar en falta los viejos tiempos
me gustaría estar allí con ellos
y ver como comienzan unos nuevos
tiempos,
pero esto es otra historia llena de
excusas sin fundamento.
Llevo dos días observando esta foto.
Me quedo sin palabras.
Se les ve muy felices. No les envidio
sino que me alegro por ellos.
Se merecen esa felicidad. Aunque sea
pasajera, todos nos la merecemos.
Y ellos ya la han conseguido.