te acuerdas
cuando hace tiempo, mucho tiempo
cuando empezábamos
a ser jóvenes
veníamos a
este barrio en busca de respuestas
buscando los
placeres prohibidos de la vida
cuando todas
sus calles rebosaban alegría
y entre
punkis, jevis, y raperos
todo era un
enorme botellón
eran noches
que no terminaban nunca
en invierno,
al calor de las hogueras
y en verano,
en ausencia de estrellas
bajo la luz
de las farolas
siempre en
la calle, esperando el amanecer
ahora ya
pasados los treinta volvemos
y todo
aquello ya se ha ido
nuestra
generación se hizo mayor
las leyes
ciudadanas nos robaron el botellón
y las estéticas
cambiaron, dejándolo todo distinto
y cumpliendo
años, la vida se me queda grande
demasiado
viejo para intentar ser joven
demasiado
idealista para no estar derrotado
demasiado
machacado para aguantar toda la noche
sin tropezar
en los mismos felices errores de entonces
incapaz de
perder esa mirada cansada
que cree
haberlo visto ya todo