la alegría
de que hoy es viernes
un gesto percibido
en los rostros que me rodean
en los
compañeros de trabajo que se despiden
con una
sonrisa en la cara de todos ellos
algunos se
van a compartir una cerveza
otros se pierden
camino de otras latitudes próximas
el horizonte
está parcialmente cubierto
en otoño,
los pronósticos nunca terminan de ser concisos
yo me limito
a seguir caminando
no es una
metáfora, regreso esperanzado camino de casa
en busca del
suceso que haga temblar
los
cimientos narrativos de este acomodaticio presente
en el que
todo está siendo sin preguntas existenciales
pero es difícil
que algo suceda, soy yo
que hace
tiempo perdí la capacidad de sorpresa
todo me
viene pareciendo similar hasta la redundancia
pero es
viernes y hay que estar sumamente contento
aunque sea
la rutina que viene tras la rutina
es la
elección que hago, perderme en la manera que sea
antes era la
química y ahora es el músculo, la cosa es
generar una
línea de fuga a la continuidad del tedio
no seguir
arrastrado la tristeza de la vida condicionada
si es
posible, si no es pedir mucho, dormir en una cama ajena
con una
mujer que no tenga nada de princesa
aunque
dormir solo no es tan malo, sólo es una constante
pero es
viernes, empieza el breve fin de semana
momento
propicio para la aventura y el escándalo
coger la
pluma y empezar el soliloquio