despierto,
la resaca está aquí, el malestar
aturdido por
los ecos de la noche de ayer
noche en
verde, noche ácida
un camino
antes practicado que vuelve a ser recorrido
con
idénticos resultados, la falta de sueño
los
remordimientos ignorados, el autoconvencimiento
lo hecho,
hecho está, ya no hay quién lo cambie
más lo pudo
ser y volvió a no ser
la pelirroja,
diosa tatuada de la noche
que sólo me
concedió un baile
en esta
mañana, todo ha sido reducido a este no suceder
un escribe,
otros leen, la música suena
y este sol
ya tardío nos empuja a la calle a caminar la resaca
entonces
salimos, y andamos calle arriba
nos
dirigimos al bosque de soignes, y andamos y andamos
sudamos el
malestar, abrimos los pulmones y volvemos a ser
a falta de
montañas, tenemos este preciosos bosque
nos cruzamos
con mucha gente, es domingo
familias,
ciclistas, patinadores, gente corriendo
todos
disfrutando, gozar al sol es un deporte internacional
hasta que tras
el atardecer caemos rendidos y agotados
el cansancio
nos devuelve a la casa